A Novak Djokovic le han sonreído los dioses del tenis a lo largo de su prolífica carrera en las pistas. Pero la balanza de la justicia le ha dado la espalda al no ser reconocido en muchas ocasiones como el mejor de todos los tiempos, a pesar de contar con 24 cetros de Grand Slam que lo respaldan. Es por eso que no se ha guardado nada al criticar la ligereza con que se castigó a Jannik Sinner en su escandaloso caso de dopaje casi un año atrás, pues sabe que si hubiera sido él, la sanción habría sido muy diferente.

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La leyenda serbia del tenis tuvo duras palabras para la joven promesa italiana, no por su talento —que le ha valido ganar cuatro cetros major con apenas 24 años—, sino por la moderada sanción de solo tres meses tras dar positivo dos veces por el agente anabólico clostebol, una sustancia prohibida. Fue en febrero cuando la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) castigó al de San Cándido, Italia, luego de los positivos registrados en marzo de 2024.

“Hay una falta de transparencia, una inconsistencia, una conveniencia. Ya sabes, que la prohibición se produzca entre los Grand Slams, para que no se pierda los demás. Es simplemente muy, muy extraño”, dijo el balcánico de 38 años de edad durante su aparición en Piers Morgan Uncensored.

El máximo ganador de coronas de Grand Slam en la historia añadió que no le gustaba cómo se manejó el caso y —sin tapujos— afirmó que Sinner recibió un trato preferencial. Dichas palabras se suman a lo que Serena Williams cuestionó en abril pasado, al afirmar que si ella hubiera sido la protagonista, la sanción habría sido mucho mayor.

“Fue algo tan importante que, cuando sucede, con el tiempo se irá desvaneciendo, pero no creo que desaparezca. Siempre habrá un grupo de personas que intentarán sacarlo a relucir”, advirtió Nole sobre el escueto castigo a Jannik. Aunque, eso sí, dejó en claro que el menos culpable es el transalpino.

“No es fácil para él. Y creo que ha sabido manejar la tormenta mediática que resurge de vez en cuando. La está manejando muy bien, con madurez y constancia, y hay que reconocerle el mérito. En medio de todo esto, sigue dominando, ganando Grand Slams y títulos”, continuó.

Al regresar al tour tras la suspensión, la trayectoria de Sinner ha sido imparable, a pesar de que en la Final de Roland Garros sucumbió ante Carlos Alcaraz, cuando estos dos extraordinarios antagonistas protagonizaron uno de los mejores partidos de todos los tiempos: un clásico instantáneo de cinco sets y más de cinco horas, donde Alcaraz salvó tres puntos de partido en una de las mayores remontadas en la historia del tenis.

“Cuando empecé a verlos, lo hice con ojo táctico, para entender lo que hacían. Luego, entré en una fase de admiración. No he sentido eso a menudo al ver jugar a otras personas”, reconoció el serbio. “Solo hay cuatro o cinco partidos en mi vida en los que me he dicho: ‘¡Guau!’, y este es uno de ellos. Fue un nivel de tenis astronómico.”

Para Djokovic, el duelo entre Sinner y Alcaraz fue más que una batalla entre dos potencias emergentes. Aquel domingo en la pista Philippe-Chatrier, el español y el italiano consolidaron una rivalidad que promete definir el futuro del tenis. Pero mientras Nole siga vigente, tratará de vencerlos para alcanzar su major número 25, un hito con el que espera poner cerrojo de oro a una trayectoria de leyenda.