Novak Djokovic continúa reescribiendo la historia del tenis mundial. A sus 38 años, el serbio estableció un nuevo récord de semanas dentro del Top 4 del ranking ATP, superando la marca que pertenecía a Roger Federer, y consolidando su estatus como uno de los jugadores más consistentes de todos los tiempos.
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‘Nole’, quien ya ostenta los récords históricos de semanas como número 1, 2 y 3 del mundo, cerró la temporada nuevamente entre los cuatro mejores, algo que ha conseguido 17 veces en las últimas 19 campañas, superando también a Federer y Rafael Nadal, quienes lo lograron en 16 ocasiones.
El hito tuvo un momento simbólico en octubre, cuando Djokovic alcanzó su semana número 800 dentro del Top 4, registro que solo compartía con Federer. En diciembre, el serbio fue más allá y rompió definitivamente la marca, estableciendo un estándar de regularidad que luce difícil de igualar.
Desde su primera aparición entre los cuatro mejores tras Wimbledon 2007, Djokovic ha mantenido una presencia casi ininterrumpida durante más de 18 años, con un pico de 525 semanas consecutivas en la élite. Solo lesiones en 2017 y 2024 interrumpieron brevemente una racha que desafía los límites de la longevidad deportiva.
Pese a un calendario reducido en 2025, enfocado en el cuidado físico, el serbio terminó el año como cuarto del mundo, solo detrás de Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y Alexander Zverev. En la temporada conquistó el ATP 250 de Atenas y alcanzó las semifinales del Masters de Shanghái, resultados suficientes para sostener su lugar entre los mejores.
Sin embargo, más allá de los récords de consistencia, el gran desafío sigue siendo la búsqueda del título 25 de Grand Slam. Desde su victoria en el US Open 2023, Djokovic ha llegado a una final y cinco semifinales de torneos mayores, pero se ha encontrado repetidamente con el dominio de Alcaraz y Sinner, los nuevos referentes del circuito.
El extenista británico Tim Henman apuntó que el principal obstáculo ya no es la calidad del serbio, sino el desgaste físico, el ranking y los cruces. “Podría llegar a otra final de Grand Slam, pero depende de que alguien más elimine a Alcaraz o Sinner”, señaló.
Así, Novak Djokovic vive una encrucijada histórica: sigue rompiendo récords de longevidad y consistencia, mientras enfrenta una batalla cada vez más compleja contra el tiempo y una nueva generación que amenaza con frenar su último gran sueño.




