Se celebró el segundo y último festejo de la novillada de feria en el Lienzo Charro “Xonacatique”, en una tarde calurosa y con más de media entrada en los tendidos. Se lidiaron ejemplares de la ganadería D’ Guadiana, de juego variado y, en general, con nobleza.
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Abrió plaza el becerrista Alonso Mateo con “Vanguardista”, de 376 kilos, al que saludó con determinación y verónicas correctas. Inició su faena de muleta con un cambiado por la espalda muy ceñido. El novillo, noble y repetidor por el derecho, permitió a Mateo ligar dos series con temple. Por el pitón izquierdo el ejemplar se quedó más corto, lo que obligó a retomar la mano diestra. La faena tuvo momentos de buen trazo. Estocada fulminante y oreja.
Con el segundo, “Chicahual”, de 471 kilos, Daniel Prieto se fue a porta gayola y después se estiró a la verónica. Ejecutó un quite variado y puso banderillas, aunque sin precisión. El novillo mostró calidad y ritmo por el derecho. Prieto trazó muletazos con pausa, aunque la faena bajó de tono al intentar por el izquierdo, donde el novillo cambió su condición. La espada cayó defectuosa. Palmas tras aviso.







El tercer ejemplar, primero del lote de Borja Ximelis, murió infartado antes de salir al ruedo. Al no haber novillos de reserva, se anunció que Ximelis sólo lidiaría uno. En el que fue su turno único, “Venadero”, de 422 kilos, Ximelis lanceó a pies juntos. El novillo tuvo poco motor, reservón y sin transmisión. El novillero mostró técnica y voluntad. La faena creció hacia el final, cuando apretó y robó muletazos con base en el oficio. Estocada certera y oreja.
Con el cuarto, Daniel Prieto volvió a destacar con el capote y en banderillas. Inició la faena de muleta de rodillas, buscando conexión con el tendido. El novillo fue claro por ambos pitones. Por el derecho hubo profundidad, y por el izquierdo permitió trazos largos. La faena tuvo altibajos, en parte por la colocación. Estocada efectiva aunque defectuosa. Dos orejas.
El apunte
Lo sucedido con Borja Ximelis no puede pasar inadvertido. La falta de un sobrero redujo su participación a un solo turno, privando al torero y al público de una segunda oportunidad de expresión. En la mayoría de las plazas de responsabilidad, la existencia de un ejemplar de reserva es norma. En los pueblos, sin embargo, las carencias logísticas y económicas permiten que detalles como estos se acepten con naturalidad.






Pero que sea común no lo hace justo. Un cartel anunciado con dos novilleros debe garantizar cuatro novillos. Lo contrario distorsiona el espectáculo y afecta directamente a quienes se juegan todo por abrirse paso. El esfuerzo de Ximelis, que estuvo por encima de su único ejemplar, quedó incompleto. Y eso, más allá de la anécdota, debería ser motivo de reflexión para quienes organizan. Hay cosas que no se pueden controlar. Pero otras sí. Y esta, sin duda, era una de ellas.
Lienzo Charro “Xonacatique”, Jesús María, Aguascalientes. Segundo festejo de feria. Más de media entrada. Novillos de D’ Guadiana, bien presentados, de juego variado; destacaron 1º y 4º. Alonso Mateo (becerrista): oreja. Daniel Prieto: palmas tras aviso y dos orejas. Borja Ximelis: oreja en el único que lidió.
Incidencias: El tercer novillo, primero del lote de Ximelis, murió de un infarto antes de salir al ruedo. Al no haber sobreros, el torero sólo actuó en un turno.




