Oeste y norte de la zona metropolitana del Valle de México, más caliente que el sur

5, mayo 2024

Patricia Ramírez / Ovaciones
Foto: Cuartoscuro.com

En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) el oeste y el norte son las áreas más calientes y las que presentan mayor cantidad de islas de calor, mientras que las zonas de menor calor se encuentran al sur y al este, aseguraron especialistas de la UNAM.

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Jorge Méndez Astudillo, académico del área de Economía Matemática y Modelos Computacionales del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM señaló que las islas de calor urbano (ICU) representan uno de los cambios en el clima del planeta más significativos inducidos por el ser humano y tienen impacto en la vida de los residentes de las ciudades, quienes representan más de la mitad de la población.

Precisó que estas islas se correlacionan con la cantidad de aerosoles, los cuales se diluyen con altitudes elevadas debido a la capa límite de la atmósfera.

“Como sabemos, el verdor disminuye las ICU y existe mayor cantidad de aerosoles donde hay más población; sin embargo, la zona verde es donde asciende la marginación, por lo que esta última y la privación económica tienen que ser atendidas en programas de mitigación de las islas de calor urbano; es decir, estudiar las correlaciones entre verdor y marginación”, precisó.

En Seminario de los Avances de Investigación (SAVI) 2024, precisó también que las personas expuestas a intensidades mayores de ICU padecen efectos en la salud por la vulnerabilidad climática; en la economía, como mayor consumo de energía; y en la sociedad, trabajo al aire libre, por ejemplo.

Las islas de calor urbano son un fenómeno común en el que las temperaturas de la superficie y el aire son más altas en las áreas citadinas que en las rurales circundantes, explicó Karla Pereyra Castro, académica de la Universidad Veracruzana.

“Pueden formarse bajo una variedad de condiciones, incluso durante el día o la noche en ciudades pequeñas o grandes, en áreas suburbanas, en cualquier estación”, indicó.

Asimismo, precisó que en 1950 aproximadamente 30 por ciento de la población mundial vivía en ciudades y para 2020 se contabilizó casi 80 por ciento; y se espera que ese porcentaje se incremente.

La intervención humana es clara, precisó Pereyra Castro, porque se ha modificado el uso de suelo, situación que lo convierte en un cambio climático local. No obstante, la especialista expuso algunas iniciativas de planificación para reducir el calor urbano, implementadas en países como Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

Entre ellas está la reducción de las emisiones de contaminantes en áreas urbanas y gases de efecto invernadero global; diseño arquitectónico con agua, enfriamiento por evaporación y nebulización; adecuación de edificios e infraestructuras, aumento del albedo -porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja respecto a la que incide sobre esta-, y de la ventilación; además de proveer refugios del calor.