Tras acusar campañas en su contra en redes sociales, de comentócratas, de bots y robots en redes sociales, de intentos de hacer creer al mundo que México no es un país libre y democrático y de alianzas que quieran tejer sus opositores con el conservadurismo nacional y extranjero, “por más que hagan todo eso no vencerán al pueblo de México ni a su Presidenta”, advirtió la primera mandataria del país, Claudia Sheinbaum Pardo.
Además de rechazar que su gobierno esté ligado a organismos del crimen organizado, sostuvo que en el periodo de los presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña los homicidios dolosos subieron 250%, y del 2018 a la fecha se han reducido en 34 por ciento.
Al encabezar el evento político “7 años de Transformación”, en el Zócalo capitalino, a donde se dijo convocó a la concentración para contrarrestar la marcha del movimiento “del sombrero” por el asesinato del michoacano Carlos Manzo y la de la Generación Z, y en donde se le tuvieron que rendir honores por su investidura, saludó a los jóvenes, en primera instancia, y aseguró que “en su gran mayoría están con la transformación de la vida pública de México”.
En el que fue como una especie de resumen de lo hecho por la 4T desde 2018, al que se convocó para las 11:00 horas, Sheinbaum salió de Palacio Nacional desde 20 minutos antes para saludar a una mínima parte de las 600 mil personas que -dijo el Gobierno capitalino- decidieron asistir casi de manera voluntaria -muchos con su desayuno en bolsa en mano y gorra de por medio para ser identificado-, así como a Andrés López Beltrán, integrante de la dirigencia de Morena y Adán Augusto López, coordinador de los senadores del partido oficialista, entre otros.
Pero quien se perdió del saludo fue el senador Gerardo Fernández Noroña, por andarse sacando la selfie con una seguidora.
Con las vallas de costumbre para delimitar los espacios y zonas en las que cada grupo asistente debía acomodarse y, con todo y el altercado que vivió la Presidenta en las calles del primer cuadro de la capital cuando fue agredida por un hombre en estado inconveniente, Sheinbaum Pardo decidió ir más allá y saludar de mano y beso a quien se lo pedía, tomarse la selfie y firmar algunos libros.
Casi 15 minutos después de las 11:00 horas, subió al templete y desde ahí, con su vestido azul marino y bordados en rojo, y su habitual cola de caballo, como si el cansancio no le hiciera mella, aseveró que el modelo económico del humanismo mexicano “funciona y da resultados”, y que ahora toca a su administración construir y consolidar el segundo piso de la cuarta transformación.
Destacó que sin aumentar impuestos, la recaudación aumentó en 501 mil millones de pesos, “solamente combatiendo la evasión y la corrupción”, incrementándose los programas de Bienestar, y en este año, 32 de 35 millones de familias, ya reciben un apoyo de manera directa a través de banco del Bienestar y “a nadie se le pide afiliarse a un partido político para recibir un apoyo. Ya no hay compra del voto“, afirmó.
Demandó a sus seguidores que “lo que no puede volver a ocurrir en el país es regresar al tiempo de los privilegios, cuando la justicia se repartía selectivamente y el gobierno era un instrumento de unos cuantos“.
Asimismo, la mandataria del país aseveró que “estamos juntos porque no robamos, no mentimos y nunca traicionamos al pueblo”, y reflexionó que la austeridad republicana significa reducir los privilegios y destinar los recursos públicos para beneficio del pueblo, lanzando un mensaje a todos sus compañeros, por lo que “no puede haber justificación moral, ética ni política para que quienes servimos al pueblo vivamos rodeados de lujos o privilegios“.
Recordó que a su movimiento lo distingue el ser humanistas, por lo que sostuvo que los morenistas son herederos de los conceptos de soberanía y patria, que enarbolan los panistas en su relanzamiento y, que éstos “han sido defendidos en todo tiempo por nosotros”.
Sheinbaum Pardo convocó a consolidar el renacimiento de México y a no perder, sino que al contrario, avivar aún más la llama de la esperanza no sin antes arengar: “¡Ánimo! México es ejemplo ante el mundo y seguimos haciendo historia. ¡Viva la transformación de México! ¡Viva el pueblo de México!
“¡Vivan los pueblos originarios! ¡Vivan nuestros hermanos migrantes! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!“, gritó y con ello, puntualizó su evento, mientras que al frente de la Catedral se vieron humos de color verde, blanco y rojo.

Foto: Cuartoscuro 


