Organizaciones terroristas

Trump designa a cárteles mexicanos como grupos terroristas y envía drones de la CIA. México rechaza injerencia y defiende su soberanía



Sucedió finalmente lo que se había anticipado semanas atrás. El gobierno de Donald Trump declaró a seis cárteles mexicanos organizaciones terroristas, entre ellos el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Además, la cadena CNN y The New York Times revelaron casi de manera simultánea que el gobierno de Estados Unidos ha enviado vuelos secretos de drones dentro de territorio mexicano para ubicar laboratorios de fentanilo, aparentemente sin contar con el consentimiento del gobierno de Claudia Sheinbaum. Según lo informado por ambos medios estadounidenses, se trata de misiones operadas por la CIA, con drones usados para acciones contraterrorismo.

Por si esto no fuera suficiente, el presidente Donald Trump volvió a arremeter contra el gobierno mexicano señalando que México desde hace años, pero ahora especialmente, está dirigido por los cárteles y acusando a las autoridades de haber permitido que millones de personas, muchas de ellas criminales, entren a Estados Unidos a través de la frontera común.

Afirmaciones graves que se suman a otras de altos funcionarios del gobierno de Estados Unidos como Marco Rubio, secretario de Estado, quien ha asegurado que gran parte del territorio nacional ha sido entregado a los narcotraficantes que controlan esas áreas. O Terry Cole, director de la DEA, quien ha dicho que los cárteles mexicanos de la droga trabajan mano a mano con funcionarios corruptos a altos niveles del gobierno. O Caroline Leavitt, vocera de la Casa Blanca, que ha afirmado que las organizaciones mexicanas del narcotráfico tienen una intolerable alianza con el gobierno de México que les ha proporcionado refugios seguros. O el empresario Elon Musk, que quiere bombardear a los cárteles. Y la más reciente de todas, Mike Waltz, asesor de Seguridad de EEUU, advirtiendo que van a desatar un infierno sobre los cárteles.

Un catálogo de declaraciones nunca antes visto que define con claridad cómo ve el gobierno de Donald Trump a México y cuáles son sus intenciones para poner orden, según ha dicho, y devolver la seguridad a la frontera común. No olvidemos, adicionalmente, el oficio de la Fiscalía General de Estados Unidos anunciando acciones que deriven en la eliminación total de los cárteles mexicanos.

Ante esta andanada de declaraciones desde Washington, la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido su postura contra el tráfico de armas que ingresan masiva e ilegalmente desde Estados Unidos por la porosa frontera norte y ha mencionado repetidamente que México defenderá su soberanía y no permitirá ninguna injerencia desde el exterior. Además, envió una iniciativa de reforma para “fortalecer la soberanía nacional”. ¿Eso es todo lo que hará México para responder a la agresiva posición de Donald Trump? ¿Es en serio? ¿De verdad no harán nada más para cambiar el estado de cosas que se han desbordado por la excesiva permisividad y la inocultable complicidad con el narcotráfico? ¿Esperan que el gobierno norteamericano se quede de brazos cruzados ante esta insostenible realidad?

Es cierto que Trump le hizo guiños a la presidenta Sheinbaum al elogiar públicamente su campaña contra el consumo de fentanilo la semana anterior, pero no hay que confiarse. Cuando el río suena, agua lleva, dice el dicho. Y el agua que suena desde aquellos lares es la de un río embravecido, que podría ser devastador. Acciones más determinantes contra las bandas criminales y sus cómplices en distintos niveles del gobierno no vendrían nada mal para ofrecer mejores resultados frente al desbocado Donald.