Osmar Olvera soñó en grande y jamás abandonó la fe. Solo así fue como el clavadista mexicano pudo conquistar la más apoteósica proeza nacional en la historia del Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos, cuando puso fin a 18 años de dominio chino en la prueba individual del trampolín de 3 metros. Pero a pesar de saborear las mieles de la victoria, su inconmensurable ambición le pide no claudicar en busca de la gloria olímpica.

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El saltador de tan solo 21 años tuvo que resignarse a mirar a sus rivales chinos acaparar el oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Pero se bebió de un sorbo ese coraje y lo convirtió en el fuego con el que pudo incendiar el trampolín de 3 metros, tan solo un año después, cuando consumó su venganza al erigirse como el primer campeón no nacido en China desde 2007 en esta especialidad durante Singapur 2025, hito que lo ha impulsado a lo más alto de su disciplina.

“Yo creo que (ya lo ven) como uno de los mayores (rivales) a vencer, sin duda. Creo que todos saben de lo que soy capaz, ya lo he demostrado y sin duda van a querer ganarme, pero yo voy a entrenar para que eso no suceda”, dijo durante la entrega a Lo Mejor del Deporte Mexicano 2025, donde fue condecorado con un estímulo de 300 mil pesos al ser ganador dentro de la categoría Deportista Prueba Olímpica.

Osmar es ya mismo, la máxima figura del deporte azteca tras haber consumado la hazaña. Olvera Ibarra hizo florecer su espíritu guerrero para esa batalla pendiente en Singapur 2025, donde además, se convirtió en el primer hombre mexicano en ganar un título mundial en una prueba olímpica. Pero a pesar de eso, es consciente de que su mayor reto es trasladar ese éxito a una justa veraniega.

“Ay, no. Me quedo con París, porque la medalla olímpica, sin duda, es algo increíble y bueno, dos en una edición, yo creo que todavía más, más, más padre”, reconoció el de Ciudad de México, quien recibió de manos del director general de la Conade, Rommel Pacheco, este nuevo incentivo. “Estoy muy contento, la verdad, que este tipo de reconocimiento, así que que sigamos queriendo más, sigamos motivados y se realice la verdad”.

El saltador capitalino se adjudicó —además del oro en trampolín de 3 metros— una plata en equipo mixto trampolín 3 metros/plataforma 10 metros; otra medalla argenta en trampolín 1 metro y una más en trampolín 3 metros sincronizados junto a Juan Celaya, su pareja en esta última prueba, con quien alcanzó la plata en París 2024 y buscará también dar un paso hacia la gloria en Los Ángeles 2028, algo que solo obtendrán al doblegar esfuerzos y depurar su técnica.

“Sí, sin duda, coincido con él (Juan Celaya). Todavía hay clavados que las ejecuciones sean mejores, donde a lo mejor los jueces no nos premien porque le faltan esos detallitos que Ma Jin siempre nos corrige. Vamos a trabajar en ello y sin duda tendremos ese oro en Los Ángeles”, sentenció.