Los Indiana Pacers tuvieron que esperar 25 años para volver a albergar un juego de Finales de NBA en casa. Y valió cada segundo la pena. El héroe local Tyrese Haliburton rozó el triple-doble con 22 puntos, nueve rebotes y 10 asistencias, mientras Bennedict Mathurin colaboró con 27 unidades desde la banca para liderar la victoria local por 116-107 sobre Oklahoma City Thunder y así retomar la ventaja 2-1 en la serie por el Larry O’Brien.
Te puede interesar: ¿Qué jugadores llegarían con Nicolás Larcamón a Cruz Azul?
Indiana encontró en el apoyo de su banca la clave para resolver un complejo partido en el que Jalen Williams lideró al Thunder con 26 unidades, pero de poco les sirvió para evitar la séptima victoria de Pacers como locales en estos Playoffs.
El Bankers Life Fieldhouse era un caldero cuyo hervor demoró exactamente 24 años, 11 meses y 24 días en estallar. Los más de 18 mil aficionados presentes portaban orgullosos una playera amarilla con la frase “But this is Indiana”, misma que inmortalizó Rick Carlisle recién devolvió a los Pacers a sus primeras Finales desde el año 2000.
2-1. pic.twitter.com/eJZig1Uy3X
— Indiana Pacers (@Pacers) June 12, 2025
El nerviosismo tras finalmente haber roto el conjuro, provocó que Indiana comenzara un tanto errático y demasiado perfilado con Siakam en el poste. Chet Holmgren encestó durante el primer cuarto 13 de sus 15 puntos que acumuló en la primera mitad y fue la razón por la cual el Thunder se llevó una ventaja cómoda de ocho unidades al primer receso. Pero la visita sabía que estaba en la cueva del lobo y en cualquier momento podía mostrar sus colmillos.
Y así ocurrió. La banca de los Pacers fue la que encendió antorchas y prendió fuego por todo Indianápolis para despertar la ferocidad de todo un pueblo. Un combo de asistencia para Aaron Nesmith con inmediato robo de balón, hizo de TJ McConnell el estandarte de lucha para los Pacers.
Te puede interesar: Inversión para Estadio Azteca asciende a más de 3 mil mdp; estará listo en marzo del 2026
El propio McConnell encestó después la canasta que dio la primera ventaja a Indy en el partido por 37-36 con 8:54 en el segundo cuarto. Fueron 19 puntos provenientes desde su banca contra ninguno del banquillo visitante, los que dieron ese envión que tanto necesitaba la quinteta de Carlisle; y Bennedict Mathurin el cañón que dinamitó la canasta enemiga con 14 puntos en 10 minutos.
Pero la pintura de Indiana era una avenida por donde OKC hacía lo que quería, especialmente cuando el balón estaba en manos de Shai Gilgeous-Alexander y su magnífica capacidad para repartir juego, siendo el culpable de que el Thunder se fuera al descanso con escasa desventaja de 60-64.
El ataque de los Pacers comenzó el tercer periodo con un mejor ritmo que el de OKC. Pasó a la esquina, atacó la canasta, hizo un pick-and-pop y luego una volcada fácil tras un robo. Shai de pronto tenía ya cinco pérdidas de balón, empero, el canadiense se reseteó y comandó una voltereta momentánea que se redondeó con un triple de Jalen Williams en los últimos segundos del tercer episodio para extender a cinco la ventaja que ahora presumía el Thunder.
Pero quién si no Mathurin para reencender la chispa de los Pacers apenas comenzado el último periodo con un foul y cuenta que aumentó el rugido desde las gradas. A partir de ahí, la pista fue de baile y si uno daba un paso en la pizarra, el otro le seguía y viceversa.
Sin embargo, con 49 puntos de su banca contra 18 del Thunder, Indiana selló un triunfo memorable con McConnell como primer jugador en la historia con más de cinco robos y más de cinco asistencias en unas Finales proveniente desde el banquillo. Todo esto, en el aniversario 28 del Flu Game de 1997, para darle una pizca de nostalgia.
DIDN'T BACK DOWN 😤😤#PacersWin pic.twitter.com/NQLtMEpmcn
— Indiana Pacers (@Pacers) June 12, 2025

FOTO: REUTERS 


