Paramilitarismo en Guerrero

La relevancia de lo ocurrido el jueves 24 de octubre en Técpan de Galeana, en la Costa Grande de Guerrero


Juan Veledíaz

La relevancia de lo ocurrido el jueves 24 de octubre en Técpan de Galeana, en la Costa Grande de Guerrero, donde un enfrentamiento entre policías locales y militares contra un grupo armado dejó como saldo 34 muertos y 21 detenidos –luego de tres días de enfrentamientos—, se centra en la identidad de 17 de los capturadosy el arsenal decomisado donde había artefactos explosivos improvisados. 

Reportes de la prensa local señalaron que 16 detenidos eran de nacionalidad guatemalteca y una mujer de origen salvadoreño. De acuerdo a fuentes de la 27 zona militar con cuartel en Pie de la Cuesta,

Acapulco, entre el grupo de centroamericanos había por lo menos dos individuos con preparación militar, no está claro si alguno de ellos formó parte de las fuerzas especiales kaibil cuya presencia se documentó tras varios enfrentamientos durante el sexenio pasado en la Tierra Caliente de Michoacán. También en aquella región comenzaron a proliferar en los últimos años los artefactos explosivos improvisados llamados por algunos medios de comunicación “minas antipersona”, que provocaron varios muertos en distintos eventos. 

El grupo criminal que se identificó en un video difundido en redes días previos a su irrupción en Técpan, se hace llamar “Grupo Gente Nueva”, y presuntamente sería brazo armado de la banda criminal La Familia Michoacana (LFM), cuyos líderes los hermanos Johnny y Alfredo Hurtado Olascoaga, buscan tener el control de éste municipio y de Atoyac para tener una salida al mar desde los municipios de San Miguel Totolapan y Ajuchitlán que controlan en la región de Tierra Caliente, para sacar la producción de heroína, marihuana y drogas sintéticas de sus laboratorios. 

Desde el año 2020 el Ejército tiene documentado la disputa entre los Hurtado Olascoaga con los hermanos Rubén y Salvador Granados Vargas, líderes del grupo delincuencial conocidos como “los Granados” que controlan desde el año 2009 la región de Técpan, Atoyac, Coyuca de Benítez y San Luis de la Loma en los límites con Petatlán y Zihuatanejo. 

Una de las rutas motivo de disputa entre la LFM y Los Granados, es la que va de Tlapehuala, Linda Vista y llega a Atoyac de Álvarez. Los Granados son conocidos por tener ascendencia entre distintos grupos políticos entre los que está el que encabeza la actual alcaldesa de Técpan, Alba Soberanis Hernández, militante de Morena. Un informe “confidencial” de la secretaría de la Defensa Nacional fechado en el año 2020 titulado “Agenda Delincuencial y Social del Estado de Guerrero”, identificó desde entonces la presencia de cinco organizaciones delictivas y 16 grupos delincuenciales de los cuales seis de ellos tienen presencia en esta región de Guerrero. El documento refería desde entonces que “un factor importante para la expansión de estos grupos delictivos es la complicidad que existe de parte de autoridades municipales y estatales”. Quizá por ello en julio pasado la gobernadora Evelyn Salgado fue la única autoridad estatal que no estuvo en la ceremonia de toma de posesión del general Andrés Ojeda Ramírez como comandante de la 27 zona militar. La desconfianza del Ejército con la mandataria guerrerense es ya inocultable. 

@velediaz424