Después de dominar las primeras 54 vueltas del Grand Prix de The Thermal Club, Pato O’Ward fue superado por el campeón defensor Alex Palou. El español utilizó un nuevo juego de neumáticos alternativos de Firestone en el último segmento de la carrera de 65 vueltas para adelantar, tanto al mexicano, como a Christian Lundgaard, para lograr su segunda victoria en la misma cantidad de carreras esta temporada 2025 de IndyCar.
Los dos pilotos de Arrow McLaren quedaron perplejos al ver cómo Palou logró una remontada de tal magnitud. No pudieron evitarlo, y desde luego, no lo disfrutaron. La decepción del regiomontano se sintió en todo el paddock, al ver cómo el piloto de Chip Ganassi Racing ya está en camino directo hacia su tercer campeonato consecutivo de la serie y el cuarto en cinco años.
“Parece que cada vez que alguien gana, siempre es Palou el que está entre los 10. Obviamente lo ha descubierto. Tiene un gran equipo detrás. Solo tenemos que seguir adelante. No hay otra manera. Nos arriesgamos, no funcionó para nosotros. Utilizamos neumáticos rojos en el comienzo porque no sabíamos cómo iba a ser hasta el final. Los neumáticos negros se convirtieron en negativos a finales de la carrera”, dijo Pato.
Ahora, Palou tiene una ventaja de 39 puntos en la clasificación, y el calendario aún está en marzo. Por más que Arrow McLaren hizo todo lo posible para contrarrestar el efecto Palou, al conseguir las dos primeras posiciones de salida en la sesión de clasificación del sábado, simplemente fue imposible detenerlo.
O’Ward se llevó el punto extra por ser el ganador del Premio NTT P1 —su primera pole desde la carrera de 2022 en el Mid-Ohio Sports Car Course y la sexta de su carrera— y Lundgaard se unió a él en la primera fila.
El de 25 años de edad se puso cómodamente a la cabeza este domingo al usar un nuevo juego de neumáticos alternativos, con lo que logró una ventaja de 13 segundos que parecía casi imposible de alcanzar, a menos que una bandera amarilla no la arruinara. No hubo ninguna parada, y el día comenzaba a pintarse color papaya tras el doblete de Oscar Piastri y Lando Norris en el Gran Premio de China de Fórmula 1.
Con O’Ward líder las primeras 54 vueltas, salvo las paradas en boxes, desde Woking, Reino Unido, ya paladeaban su victoria. Los mejores pilotos utilizaron una estrategia de tres paradas, y Pato aún mantenía una ventaja de unos 11 segundos después de que cada uno de los pilotos entrara a boxes por última vez para repostar y cambiar neumáticos.
Pero Palou escapó de un intercambio de cuatro adelantamientos con Lundgaard y puso la mira en O’Ward. A decir verdad, no fue una batalla muy reñida, ya que Palou se puso a la cabeza en solo cuatro vueltas. El resto de la carrera hasta la meta fue decepcionante, ya que Palou simplemente era demasiado veloz. Mucho más que el azteca.
“Nos la jugamos, pero no nos salió bien. Gracias a todos los fans por estar aquí con nosotros, gracias a todos por acompañarnos. Espero que se hayan divertido. Long Beach es lo que viene y espero que tengamos un buen fin de semana allá”, señaló el de Monterrey, Nuevo León.
A pesar de todo, para O’Ward, esta fue una gran recuperación tras un fin de semana difícil en el Gran Premio Firestone de San Petersburgo en la primera carrera de la temporada. Allí, quedó relegado a la posición 23 de salida y tuvo que emplearse a fondo para llegar al lugar 11. Palou ha logrado una amplia ventaja inicial, pero al menos O’Ward puede ver al líder a 39 puntos, aunque la tarea luce cada vez más compleja.
“Hemos luchado por el campeonato cada año y eso es lo que espero. Los finales como éste son en los que cada punto, cada victoria cuenta por mucho más. Cuando pierdes en eso, definitivamente te sientes como si hubieras dejado algunos puntos sobre la mesa”, sentencio.