Martín Avilés / Ovaciones

Foto: Pedro de Uriarte

Su casco es cubierto por una densa capa de polvo que le limita la visibilidad, mientras la sed reseca su garganta. Desafiar al desierto es un riesgo adictivo para Pedro de Uriarte, quien heredó de su padre ese gusto por deslizarse entre la arena con la adrenalina desbordada al ritmo del sonido del motor. Con la mente enfocada en seguir al pie de la letra las notas de su copiloto, el instituto de supervivencia del poblano se refugia en esa parte del corazón donde anida su familia durante cada una de sus carreras.

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Nacido el 28 de diciembre de 1981, Pedro se convirtió en el primer piloto mexicano en terminar el Rally Dakar (en motocicleta) en el 2005. Hasta el momento, es el azteca con mejor ranking en la historia de esta competencia luego de obtener el tercer lugar de su categoría y el 24 de la tabla general.

Pero como buen explorador, sus aventuras no se han limitado al rally más peligroso del mundo —dadas sus condiciones climatológicas extremas, además de las exigentes rutas de más de 16 horas—, ni al manubrio, pues ha participado en un sinfín de carreras, como el exigente Rally de Marruecos, al que acudirá del próximo 11 al 20 de abril por octava ocasión con la mira puesta en repetir su triunfo de 2017, mismo que no se ha repetido por problemas mecánicos.

“Siempre hemos tenido mala suerte mecánicamente. Lo que hacemos es no apresurarnos. Normalmente lo que hago es no ver los resultados, cuando me hablan mis familiares les digo que no me digan cómo terminé el día anterior. Para no meterse presiones externas. Este año va a ser un poco difícil porque ya entran las nuevas generaciones de los coches prototipos. Regreso a lo mismo, no hay que presionarnos. Los coches que apuntan a ganar, son mucho más modernos, pero nunca se sabe. Siempre se puede descomponer”, dice en entrevista con OVACIONES.

Después de su éxito en 2017, dos años después, en 2019, no terminó la competencia por problemas en la radiación. Posteriormente se atravesó la pandemia, y recién el año pasado volvió al desierto marroquí para ganar un par de etapas, pero no pudo alcanzar a consistencia deseada a lo largo de la prueba.

Será la novena edición del Morocco Desert Challenge y decimoquinto evento de rally-raid de la organización, mismo que contará con la presencia de 320 vehículos, 850 participantes y 31 nacionalidades distintas, incluida la mexicana, gracias a de Uriarte y su incesante gusto por las terracerías.

“Como todos los años, yo espero lo mismo, que podamos terminar. El año pasado, tuvimos muchos problemas con el coche porque hacía mucho calor en la competencia en Marruecos, sí nos ocasionó problemas. Alcanzamos a terminar, pero con muchas penalizaciones y muy atrás en los resultados. Este año vamos mejor preparados en cuanto a los combustibles que tenemos que llevar para prevenir esos temas de calentamiento del coche y con un poquito de suerte no tendremos problemas. Cruzando los dedos para que no haga tanto calor como el año pasado. Con que terminemos ya estamos contentos”, reconoce.

Este rally está conformado por ocho etapas que van desde el Océano Atlántico hasta el Mar Mediterráneo y ofrece cinco hectáreas para que los competidores puedan acampar, lo que hace de esta una experiencia única en esta, la zona árida más extensa del mundo.

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“Las dunas son lo más difícil de cruzar. Con arena es más fácil, es lo más divertido, pero es el reto más complicado. Están al sureste de Marruecos, es lo que más disfruta uno, pero nunca te dejas de preocupar. Cuando sales es cuando lo disfrutas”, dice de Uriarte, quien solo piensa en una sola cosa cuando compite.

“En mi familia siempre. Más que nada en darlo todo, con el mayor cuidado posible. Tengo tres hijas y no hay nada peor que un accidente en la carrera, todo por ir y tomar la curva mal. Definitivamente mi principal preocupación es seguridad sobre un margen de error al que no me permita ir muy seguro, definitivamente no voy. Sin embargo, me ha ido bien, podemos tener buenos resultados sin arriesgar mucho. Me inspiro en la familia, pensando en regresar entero a la casa”, asegura.

Su familia no lo podrá acompañar en este viaje que comenzará con un vuelo a Casa Blanca. A Pedro no le gusta arriesgar a los suyos, mucho menos cuando está en plena competencia, es por ello que en los siguientes años, planea adecuar una camioneta para correr con sus dos hijas más grandes, toda vez que la más pequeña de ellas apenas tiene siete años de edad.

“No me acompañan, me gustaría. Lo he tratado de organizar varias veces, pero el hecho de que vayas ellas, aunque es muy seguro Marruecos, nunca te quedas tranquilo al 100%. El hecho de que yo termino la carrera, cuando ellas van amaneciendo me deja cierta tranquilidad. No tengo ningún pensamiento. Si vamos a Marruecos ellas también tendrían que hacer una etapa, no son carreteras federales, y salen las preocupaciones. He tratado, pero siempre llego a la misma conclusión. O voy a correr o voy de paseo”, explica.

De Uriarte correrá en Marruecos como parte del Team Zoetaert de Bélgica y su propio equipo, el Rally México. Lo hará con Eduardo Vanzzini como su navegante en la categoría T1 prototipos 4×4 a bordo del Ford Overdrive Factory Racing. Con 42 años, no le pasa por la cabeza el retiro, pues la carrera de un piloto de rallies es longeva, para muestra, el legendario Carlos Sainz quien a los 61 años ganó el Rally Dakar a principios de este año.

“No he pensado en retirarme. Esto más que una carrera o una profesión es mi hobby. Lo hago 100% por gusto. Afortunadamente el rally es uno de los pocos deportes que está lleno de viejitos. Ahí tienes a Carlos Sainz que ganó Dakar con 61 años, así que todavía me queda un ratito para seguir compitiendo”, puntualiza.