Valientes aficionados mexicanos que se dieron cita al debut de la Selección en la Copa Oro ante República Dominicana en el SoFi Stadium, pese a las redadas y represión a migrantes en Los Ángeles.
Inclusive, para el riesgo al que se exponían los aficionados compatriotas por ir al estadio y ser capturados por policías, ejército o guardia nacional, las gradas se vieron bastante aceptables.
Pero grandes zonas del mejor estadio de los Estados Unidos lucieron semivacías, si bien se habían vendido aproximadamente 50 mil boletos.
Por eso es que lo que se pensaba iba a ser una fiesta futbolera y mexicanas, sí lo fue pero no al grado que debió ser y que normalmente es.
Y aunque el miedo y tensión eran muy palpables en el ambiente, ya en el cotejo los mexicanos se entregaron a su Selección, como debe ser.
No hubo contratiempos previo al juego
Si bien se esperaba que además de las redadas, existieran por consiguiente brotes de violencia contra la policía, las autoridades de esa ciudad fueron sensatas y no se lanzaron a la cacería de migrantes.
Porque por supuesto que eso hubiese generado otro epicentro de violencia en esa ciudad, luego de que hace unos días sucedió en el Downtown de la ciudad y las cosas se salieron de control.
Lo que sí hubo en las inmediaciones del estadio, fueron algunas protestas pacíficas en contra de las redadas, pero no hubo represión por parte de la policía local ni de otra autoridad.

Oswaldo Figueroa/ESTO 


