La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, planteó que la Secretaría de Educación Pública incorpore en la currícula de educación básica contenidos de gestión integral de riesgos y primeros auxilios, con el fin de que desde la primaria hasta el bachillerato las y los estudiantes adquieran una cultura de autoprotección y cuenten con herramientas para actuar en casos de emergencia.

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El propuesta la realizó durante una clase masiva de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar organizada en la explanada del Monumento a la Revolución, en la que participaron más de dos mil 500 personas.

El ejercicio se llevó a cabo en vísperas de la conmemoración de los 40 años del sismo de 1985 y los ocho del ocurrido en 2017, tragedias que recordaron a la ciudad que los primeros minutos tras una emergencia pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

Durante la jornada se practicaron maniobras de desobstrucción de vías aéreas y reanimación cardiopulmonar, con apoyo de 500 maniquíes y la guía de 214 instructores provenientes de la Cruz Roja Mexicana, el Colegio Mexicano de Profesionales en Gestión de Riesgos y Protección Civil, la Cámara de Comercio, el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas y brigadistas de las 16 alcaldías.

Brugada Molina destacó que más de dos tercios de las muertes por paro cardíaco ocurren antes de que la persona llegue a un hospital, por lo que aprender RCP puede ser decisivo para salvar una vida.

Añadió que en lo que va del año 175 mil personas han recibido capacitación en gestión de riesgos y que actualmente existen 125 brigadas comunitarias en distintas zonas de la ciudad.

Por lo anterior, convocó a que cada familia cuente con al menos una persona preparada como socorrista comunitario, capaz de auxiliar en casos de emergencia.

Durante su intervención, la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Miriam Urzúa Venegas, recordó que los sismos de 1985 y 2017 marcaron profundamente a la ciudad y al país, por lo que consideró que la mejor manera de honrar a las víctimas es con acciones concretas de prevención, capacitación constante y formación de brigadas comunitarias.

Subrayó además que la protección civil no es tarea de una sola institución, sino una labor colectiva que exige coordinación entre autoridades, organismos y ciudadanía.

En tanto, la Cruz Roja Mexicana resaltó la importancia de que la población conozca técnicas básicas de primeros auxilios para responder de inmediato en situaciones críticas, mientras que la Cámara de Comercio advirtió sobre la alta mortalidad derivada de paros cardíacos y la necesidad de reducirla mediante el conocimiento y la práctica de la reanimación.

La clase masiva buscó rendir homenaje a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017 y, al mismo tiempo, reforzar la preparación ciudadana frente a futuras contingencias, bajo la premisa de que la solidaridad y la capacitación son herramientas indispensables para salvar vidas.