AIDA RAMÍREZ
Foto: ConComercioPequeño
El comercio en pequeño y locatarios de mercados solicitaron al Servicio de Administración Tributaria (SAT), una prórroga al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), puesto en marcha en 2014 y que concluye el próximo año, de lo contrario, más de dos millones de comerciantes podrían pasar a la informalidad.
Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño, recordó que la medida se implementó para incrementar la tributación de las pequeñas empresas y comercios, para que no tuvieran que hacer uso de contadores y pudieran ingresar al IMSS y al ISSSTE, pero ninguna de estas dos últimas situaciones se logró.
En conferencia de prensa, señaló que transitar hacia el régimen General de Ley ha sido inviable y ello les aumentará significativamente la tributación y complicará su ya difícil operación.
“Creemos que de no haber flexibilidad y mantener rígidas estas convocatorias que ya se vencieron, más de la mitad del patrón de cuatro millones y medio de comerciantes, podrían pasar a la informalidad, por varios factores: los impactos económicos de la pandemia le dejan muy poca liquidez al pequeño comerciante -ya sea porque tuvieron que solicitar créditos bancarios o vendieron algunos bienes; sortear el día a día; el tema del pago de impuestos, es un tema que cuesta mucho más trabajo tenerlo que atender, porque también es el pago del contador”.
López Becerra señaló que, en promedio, “el contador está cobrando entre 500 y 800 pesos por llevar la contabilidad mensual, aunque el cobro de servicios contables puede estar por arriba de los mil, mil 500 pesos”.
Ante esta problemática, demandaron a la autoridad sensibilidad para poder adherirse a un régimen que esté de acuerdo a sus capacidades de ventas y pago, pero aseguraron que “no hay oídos” de parte del organismo fiscalizador de la Secretaría de Hacienda, sostuvo Armando Avilés, del movimiento nacional 17 de marzo.
“Siempre hemos manifestado que queremos contribuir, pero no somos comerciantes empresariales, somos comerciantes en pequeño. No tenemos la capacidad, ni las herramientas, para poder hacer una contabilidad como lo marca el RESICO o el Régimen General de Ley. Por eso le pedimos al gobierno federal, que nos reciba para poderle expresar nuestras capacidades, nuestras posiciones. En esta administración nadie nos escucha, nadie nos abre las puertas”, acusó.
Sostuvieron que como comerciantes ya habían entendido durante 10 años el cómo utilizar el sistema y pagar impuestos, sin embargo, ahora que les cambiarán el régimen ven complicada su operación.