Isaac ‘Pitbull’ Cruz ha retenido el cinturón interino superligero del CMB tras un polémico empate mayoritario ante Lamont Roach Jr.. La noche en San Antonio, Texas, terminó sin un veredicto claro y con una promesa de revancha, luego del sabor agridulce que dejó la decisión de los jueces a ambos boxeadores, quienes inmediatamente pusieron sobre la mesa la posibilidad de una segunda pelea.
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Después de 12 asaltos intensos, los jueces anotaron 115-111 para Cruz y dos tarjetas de 113-113, un resultado que encendió el debate por la imparcialidad. Por ello, Cruz no solo dijo que quiere una revancha, sino que lanzó un dardo directo a Gervonta ‘Tank’ Davis, quien anteriormente negó una segunda oportunidad en un caso similar.
“¿Quiere revancha la gente? Hagámosla, yo no soy Davis”, afirmó el mexicano. “Estoy listo para la revancha, estoy feliz con mi desempeño y, bueno, callamos una vez más bocas”.
Cruz reiteró su disposición a un segundo combate, pero puso una condición clara: “Con otro réferi, que no se vea la localidad”.
Su mención a Davis no fue casual. Roach ya había vivido un empate polémico con el campeón estadounidense este año por el título ligero de la AMB, en una pelea marcada por una rodilla ilegal que no fue sancionada. Aunque Davis activó una cláusula de revancha, posteriormente la rechazó para buscar una pelea más lucrativa.
Del lado de Roach, la molestia fue evidente. Señaló golpes bajos, falta de igualdad y reveló que peleó desde el quinto asalto con una mano fracturada.
“Dos empates seguidos, es una locura. No puedo pelear con mi oponente y contra los jueces”, reclamó. “Creo que gané. Solo quiero igualdad de condiciones”.
Con este resultado, la rivalidad entre Cruz y Roach queda lista para un segundo capítulo: uno con cuentas pendientes, reclamos al arbitraje y una afición que exige un desenlace definitivo.




