MACUSANI, PERÚ.– La tradicional corrida en honor a la Virgen de la Concepción, celebrada este miércoles 10 de diciembre en la plaza artesanal de Macusani, reunió a una terna internacional que buscó el lucimiento ante un encierro que nunca terminó por romper. Entre ellos, el matador mexicano Arturo Saldívar, quien a pesar de las limitaciones del ganado dejó ver su oficio y voluntad, convirtiéndose en uno de los nombres que más resonaron entre los aficionados.

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Con casi un lleno en los tendidos y una tarde de clima agradable, el público esperaba faenas rotundas. Sin embargo, los toros provenientes de diversas ganaderías ofrecieron escaso juego y escasas oportunidades para construir obras mayores. En este contexto adverso, Saldívar mostró temple y recursos, logrando momentos de conexión con los asistentes. Su primero no permitió más que una labor de esfuerzo que saludó el tendido; en el segundo, tras un aviso, el mexicano arrancó una ovación que reconoció su capacidad para sobreponerse a las circunstancias.

El colombiano José Arcila saludó desde el tercio en su primero y escuchó palmas en su siguiente turno, mientras que el español Jorge Martínez, también condicionado por el poco fondo de su lote, escuchó un aviso y dio una vuelta al ruedo como cierre del festejo.