MARTÍN AVILÉS
Foto: Reuters
Sammis Reyes no sabía hablar inglés cuando junto a su familia desempacó su valija en Estados Unidos con tan solo 50 dólares en el bolsillo y un profundo temor a un mundo desconocido. Pero no claudicó, se fortaleció física y mentalmente, hasta convertirse en el primer chileno en jugar en la NFL con Washington Commanders, Chicago Bears y Jacksonville Jaguars hasta que una conmoción cerebral que sufrió a finales de julio lo ha obligado a retirarse.
Su historia es una auténtica montaña rusa. Reyes destacó tanto en el baloncesto gracias a su 1.96m de altura, que se ganó una beca para jugar con la Universidad de Tulane y ser seleccionado nacional de su país.
Pero un buen día, un agente lo citó en un restaurante de Nueva York junto a su familia para tentarlo a cambiar las duelas por el emparrillado. Esa reunión hizo al chileno replantearse seriamente su futuro, al entender cómo su cuerpo podía funcionar mejor con el ovoide que debajo del aro.
Sammis creció viendo futbol por la televisión durante su niñez al ser el deporte predilecto en Chile. A menor escala veía basquetbol, pero definitivamente no tenía idea de lo que era el futbol americano, por lo que decidió dedicar un año de su vida en adentrarse en el mundo de las tacleadas.
Tras preparar su cuerpo para futbol americano, logró formar parte del International Pathway Program, mismo que ayuda a jugadores latinoamericanos a entrevistarse con equipos de la NFL en busca de expandir así sus fronteras y así pudo ganarse un lugar en el Pro Day de 2021, donde dejó boquiabiertos a los scouts que presenciaron su explosiva presentación.
A Sammis le recomendaron inspirarse en videos del ex ala cerrada estelar Tony González. El otrora miembro de Atlanta Falcons y Kansas City Chiefs se convirtió en su mayor inspiración al haber sido un basquetbolista que se transformó en ala cerrada, posición en la que orquestó una revolución en la NFL.
“Uno de los primeros highlights que pude ver de futbol americano, buscaba a algún jugador. La gente me había dicho que Tony González había hecho la transición de basquetbol a futbol americano, entonces profundicé y miré sus mejores jugadas.
Mostraban una combinación de jugadas de basquetbol dentro de una cancha de futbol americano y eso me enamoró del deporte. La habilidad de Tony para crear espacios y saltar alto dentro de la cancha para ser un deportista muy versátil dentro de la cancha de americano”, mencionó en su momento.
El 13 de abril de 2021 se convirtió en el primer chileno en la historia en firmar con un equipo de NFL cuando los Washington Commanders se convencieron de sus habilidades. Después de su paso por el equipo de la capital de Estados Unidos, Reyes estuvo con el equipo de prácticas de los Bears en 2022.
El ahora ex ala cerrada de 27 años se preparaba para hacerse un lugar con los Jaguars para la temporada que está por comenzar, pero hace par de semanas sufrió una conmoción cerebral que le impidió tener actividad en el primer juego de pretemporada el 12 de agosto ante Dallas Cowboys. Y así fue el comienzo del final.
“Hago este vídeo porque hace dos semanas sufrí una conmoción cerebral que ha persistido por un poco más del tiempo que esperaba. Hoy estoy aquí con emociones encontradas porque he decidido retirarme de la NFL. “Después de siete días sin dormir y tener síntomas dolorosos, me di cuenta de que esto no estaba haciendo bien a mí y a mi familia, por eso decidí retirarme”, dijo Reyes a través de un vídeo compartido en sus redes sociales.
Un estudio dirigido por investigadores del Mass General Brigham del McLean Hospital y Spaulding Rehabilitation Network, que analizó a más de 350 ex jugadores de la NFL encontró que los jugadores con antecedentes de conmociones cerebrales y síntomas de conmociones cerebrales habían reducido su rendimiento cognitivo más adelante en la vida.
El estudio encontró que los jugadores que sufrieron conmociones cerebrales durante sus carreras obtuvieron peores calificaciones en las evaluaciones de memoria episódica, atención sostenida, velocidad de procesamiento y vocabulario.
“Me duele no saber hasta dónde me habría llevado mi talento, pero sé una cosa, nunca me perdonaría no poder ser el mismo marido, el mismo hijo, el mismo amigo que la persona que era antes si no cuido mi salud”, concluyó.