Privará cautela entre inversionistas y consumidores hasta después de las elecciones

11, marzo 2024

Aida Ramírez / Ovaciones

Foto: Cuartoscuro.com

A pesar de un mayor gasto público por motivos electorales, la inversión y el consumo privados podrían mantenerse cautos hasta no tener clara la situación política y económica tras la contienda electoral y por lo que se estima al menos hasta la primera mitad del año resultados modestos, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

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Señaló que esta dinámica puede ser señal de un mayor enfriamiento en la evolución de la inversión y el consumo en los siguientes meses.

Además, y no obstante los efectos posibles del nearshoring, observó que hay correcciones del mercado a la baja para 2025 por lo que se crecería menos que en 2024, considerando 1.94 por ciento.

En su análisis semanal, señaló que conforme se van conociendo los primeros resultados del presente año y los que restan del cierre del 2023, “esta expectativa de menor ritmo parece irse cumpliendo”.

Entre los resultados más recientes, dijo, el INEGI informó que durante diciembre la inversión fija bruta reportó una disminución de 0.02%, su segundo mes consecutivo a la baja; esto propició que respecto al mismo mes del año previo creciera 15.4%, que además de ser su menor avance en los últimos ocho meses muestra una clara tendencia a la baja después de su sorpresivo repunte a partir del cierre del 2022.

El principal impulso de este resultado proviene del aumento mensual de 4.0% y anual de 40.4% en la construcción no residencial, en donde se integra la obra pública como los proyectos insignia del gobierno; pero “conforme se vayan concluyendo estos proyectos su incidencia irá siendo cada vez menor”.

Otro resultado que refleja el modesto avance de la actividad económica es el aumento de 0.2% en diciembre pasado en el indicador de consumo privado, que si bien superó la estimación oportuna del INEGI que anticipaba un nulo avance, resultó menor al aumento de 0.7% del mes previo; lo que llevó a que su comparación anual en diciembre mostrara un incremento de 5.6%, y para todo 2023, el crecimiento del consumo privado fue de 4.4%, su menor avance después del repunte postpandemia.

El organismo del sector privado señaló que, la Secretaría de Hacienda (SHCP) dio a conocer recientemente los resultados de las finanzas públicas durante enero, en las que se observa que los ingresos registraron un aumento de solo 0.8% anual en términos reales, “lo que resalta la debilidad que ya se preveía de las fuentes de recursos públicos”.

Con una recaudación tributaria que creció 4.8%, esto se debió principalmente al incremento de 61.1% en la recaudación por concepto del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), sobre todo por el alza de 354.4% en el IEPS gasolinas y diésel; la recaudación por concepto de ISR se contrajo 1.2%, mientras que la de IVA lo hizo en 3.8%, “lo que puede estar respondiendo al debilitamiento que la actividad económica muestra desde el último trimestre del 2023 y a una dinámica del consumo más lenta de lo que se esperaba”.

En cuanto al gasto, aun cuando resultó ligeramente menor a lo programado, tuvo un incremento de 21.3% real, esto significa que, si se hubiese cumplido la estimación oficial, el gasto habría crecido 27 por ciento.

“Este comportamiento del gasto refleja sin duda los efectos del inicio de un año electoral, toda vez que, al menos en el primer mes, casi dos terceras partes del aumento del gasto tuvo su origen en los conceptos de subsidios, transferencias y aportaciones, e inversión física, que podrían relacionarse con la asignación de mayores recursos a los programas y proyectos insignia de este gobierno”, dijo.

Hacienda resalta el mayor incremento del gasto programable (28.6%), aunque destaca que su evolución “refleja también la mayor asignación de recursos a rubros que se asocian con actividades electorales”.

Así, puntualizó el CEESP, los resultados de las finanzas públicas siguen mostrando debilidad en sus fuentes de recursos y un excesivo crecimiento del gasto con el objetivo de concluir lo más rápido posible los proyectos insignia y ampliar los programas asistenciales del gobierno, sobre todo en un año electoral.