Profepa clausura zoológico en Guadalupe NL por deterioro grave de salud de osa Mina

La Profepa clausuró temporalmente el zoológico La Pastora en Nuevo León por maltrato a la osa Mina, quien presentaba desnutrición y úlceras.



Las autoridades ambientales federales tomaron medidas contundentes contra un centro de conservación en Nuevo León que incumplió protocolos básicos de atención veterinaria, poniendo en riesgo la vida de ejemplares bajo su custodia.

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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ordenó la clausura temporal total del zoológico La Pastora, ubicado en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, tras identificar deficiencias críticas en el manejo de fauna silvestre y el estado de salud alarmante de uno de sus ejemplares más emblemáticos.

Personal de la institución colocó sellos oficiales en todos los accesos del zoológico, suspendiendo sus operaciones de manera inmediata hasta que se subsanen las irregularidades detectadas.

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El detonante de la acción fue el deterioro físico evidente de Mina, una osa bajo custodia del zoológico que presentaba condiciones inaceptables de salud y nutrición. Durante inspecciones realizadas del 25 al 27 de septiembre, funcionarios federales documentaron múltiples irregularidades en su cuidado.

Mariana Boy Tamborrell, procuradora federal de Protección al Ambiente, detalló los hallazgos: “Durante las inspecciones se constató que la osa Mina presentaba deficiencias nutricionales, úlceras en la piel y falta de protocolos médicos adecuados“.

Al revisar la documentación médica del zoológico, las autoridades descubrieron información particularmente preocupante: Mina padecía leptospirosis, una infección bacteriana peligrosa que puede transmitirse entre animales y humanos, y que afecta gravemente riñones, hígado y otros órganos vitales.

Lo más grave fue constatar que, a pesar de tener esta enfermedad documentada en su expediente, no existían registros de atención médica, controles, tratamientos ni protocolos para combatir la infección.

“En el expediente de la osa no se localizaron registros de tratamiento alguno pese a las condiciones visibles de deterioro“, señaló la Profepa en su comunicado oficial, evidenciando una negligencia sistemática en el cuidado del animal.

El caso saltó a la opinión pública el 24 de septiembre, cuando se difundió en redes sociales un video impactante que mostraba a Mina en condiciones deplorables. Las imágenes revelaban su evidente desnutrición y una piel cubierta de costras, generando indignación masiva entre usuarios y activistas de protección animal.

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La presión ciudadana amplificada por redes sociales aceleró la respuesta de las autoridades, demostrando el poder de la vigilancia social en casos de maltrato animal.

Traslado de emergencia a centro especializado

Ante la gravedad del cuadro clínico, la procuradora Boy Tamborrell ordenó el traslado inmediato de Mina a instalaciones especializadas. Cuatro días después de que el caso se hiciera público, el ejemplar fue enviado al Centro de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Grandes Carnívoros Invictus, ubicado en Pachuca, Hidalgo.

“Hoy tenemos la certeza de que está recibiendo atención médica especializada y un trato adecuado”, confirmó la funcionaria federal, señalando que ya se iniciaron los protocolos de tratamiento necesarios para su recuperación.

La Fundación Invictus, especializada en el manejo de fauna silvestre de gran tamaño, cuenta con la infraestructura y personal capacitado para atender casos complejos como el de Mina.

Según información del Gobierno de Nuevo León, Mina había llegado al zoológico La Pastora hace dos años, supuestamente tras ser rescatada por autoridades. El hecho de que un animal bajo custodia gubernamental terminara en condiciones tan precarias plantea interrogantes sobre la supervisión ejercida sobre estos centros de conservación.

¿Cuándo se levantará la Clausura?

La leptospirosis que padece Mina representa no solo un riesgo para el animal, sino también una amenaza de salud pública, dado que puede transmitirse a humanos. La falta de protocolos para manejar esta zoonosis evidencia deficiencias graves en la operación del zoológico que podrían haber puesto en riesgo a visitantes y personal.

La clausura permanecerá vigente hasta que el zoológico demuestre cumplimiento de todas las normativas ambientales y de bienestar animal, además de implementar los protocolos veterinarios obligatorios para operar este tipo de instalaciones.

Este caso subraya la importancia de la vigilancia ciudadana y la fiscalización gubernamental sobre centros que custodian vida silvestre, así como la necesidad de sanciones efectivas cuando se documentan casos de negligencia que ponen en riesgo el bienestar animal.