Publica Gobierno CDMX la Ley Malena; hasta unos 30 años de castigo a quien agrega con ácido a niñas y mujeres

19, febrero 2024

Aida Ramírez / Ovaciones 

Foto: Cuartoscuro.com

Este lunes, el gobierno capitalino publicó la Ley Malena, que son reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia de la Ciudad de México y al Código Penal.

Y, en ese sentido, María Elena Ríos, la saxofonista, activista y quien fue agredida con ácido hace casi cuatro años por Juan Antonio Vera Carrizal, aplaudió las modificaciones, pero señaló que ésta no favorece a los procesos abiertos, aunque confía en la buena voluntad de todas las personas para que “los procesos puedan ser visibles, para que no nos dejen solas”.

Sostuvo que cuando las mujeres son agredidas con ácido o algún líquido corrosivo “no son lesiones, nos intentan borrar, matar cuando nos agreden de esta manera, ahora el Código Penal de la Ciudad de México señala esta agresión como feminicidio en grado de tentativa”.

Durante el evento en el edificio del Antiguo Ayuntamiento, y ante el jefe de gobierno Martí Batres, la senadora María Elena Mícher, y la diputada local Marcela Fuente, entre otras, llamó al resto de los Congresos locales en el país para retomar la reforma, haciendo a un lado “posturas y vanidades políticas”.

En ese sentido, Batres Guadarrama comentó que la lucha de las mujeres y su constante denuncia ha hecho ver a todos “los detalles horrorosos y espantosos de la violencia de género. Con dolor hemos descubierto que los agresores perpetraban actos que asumíamos que solo existían en la literatura de terror.

“Pero si los ataques contra mujeres con ácido y otras sustancias eran terribles, era más sombrío aún que, pese a las denuncias de estos hechos, valerosa y riesgosa muchas veces, y que incluso, pese al inicio del ejercicio de la acción penal los agresores encontraban el modo de escapar, argumentando que había defectos en la tipificación penal o que no era adecuada la conducta al tipo penal”.

Destacó que, de ahora en adelante, las lesiones que se causen a las víctimas mediante ácido, sustancias químicas o corrosivas merecerán de ocho a 12 años de prisión sin importar la temporalidad, porque lo que se está sancionado primero que nada es la violencia machista, de género, el odio contra las mujeres.

Si esta violencia causa daños o incapacidad permanentes, la pena debe aumentar en una mitad más, que se dará también cuando la víctima sea menor de edad o sea una persona con discapacidad.

En su momento, Ingrid Gómez Saracíbar, secretaria de las Mujeres en la capital del país, recordó que el pasado 8 de febrero, el Congreso capitalino aprobó por unanimidad, las reformas a ley que tipifican agresiones con ácido y otros agentes corrosivos contra niñas, niños y mujeres.

Comentó que en una legislación previa ya estaban los ataques con ácido, pero era el agravante de lesiones, y ahora es una violencia específica, un nuevo tipo de agresión que causa dolor, sufrimiento, humillación y deja marcas permanentes a través de lesiones temporales o permanentes, internas o externas, que pueden provocar discapacidad, poner en peligro la vida de mujeres y niñas, ocasionar ceguera, cicatrices permanentes y dificultades sociales ya que pueden perder su trabajo.

Estos ataques serán considerados feminicidios en daño de tentativa, y si el daño físico es permanente o afecta órganos reproductivos las penas alcanzarán hasta 30 años de prisión, y se incluyen multas y reparación integral.

No obstante, instó a mujeres, así como a las autoridades a “llegar antes, por eso importante trabajar en la prevención desde los centros de atención, las Lunas, los centros de justicia para mujeres, la red de mujeres, la Fiscalía con las abogadas, para hacer detección oportuna del riesgo de violencia. Y también hacer un tamizaje del riesgo de violencia ácida”.

Reiteró a quienes han sido agredidas o ven visos de ello, llamar al *765, acudir a las Lunas, acercarse a la red de mujeres, “para poderlas acompañar. Para combatir la impunidad, para que ningún ataque se quede sin castigo, que el agresor quede libre y ninguna víctima quede sin justicia”.