Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución, dijo al asumir la presidencia
WASHINGTON, EU.- Joe Biden se convirtió este miércoles en el presidente de Estados Unidos en una solemne ceremonia de investidura en la que pidió apostar por la unidad para superar las múltiples crisis que atraviesa el país, y proclamó que “la democracia ha prevalecido” tras el mandato de Donald Trump.
En la ceremonia frente al Capitolio también juró su cargo Kamala Harris, que hizo historia al convertirse en la primera mujer, la primera negra y la primera persona de origen asiático en ocupar la Vicepresidencia de Estados Unidos.
“UN DÍA HISTÓRICO”
“Es un día histórico y de esperanza, de renovación y resolución”, dijo Biden en su discurso de investidura, poco después de jurar el cargo como el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos.
Su juramento puso fin a los turbulentos cuatro años de Presidencia de Donald Trump, que se convirtió en el primer mandatario saliente en 152 años que no asiste a la investidura de su sucesor y, para cuando Biden juró el cargo, ya estaba en Florida.
El primer discurso de Biden como presidente fue optimista, aunque realista respecto a los retos que enfrenta el país, inmerso en lo que describió como “un frente unido de crisis y desafíos”.
“SIN UNIDAD SOLO HAY AMARGURA Y FURIA”
“La unidad es el camino a seguir”, subrayó, al asegurar que sin ella “no hay paz, solo amargura y furia”.
El nuevo presidente pidió terminar con lo que definió como una “guerra no civil” entre demócratas y republicanos, y prometió trabajar tan duro por los que no le apoyaron en las elecciones del pasado 3 de noviembre “como por los que lo hicieron”.
“Seremos juzgados, ustedes y yo, por cómo resolvamos esta cascada de crisis de nuestra era. ¿Nos levantaremos para la ocasión? ¿Seremos capaces de superar este hora extraña y difícil?”, planteó.
Además, pidió “defender la verdad y derrotar las mentiras”, tras cuatro años de distorsión de los hechos por parte de Trump y sus aliados, y llamó a confrontar el “extremismo político, el supremacismo blanco y el terrorismo doméstico” de quienes asaltaron el Capitolio hace dos semanas.
“REPARAREMOS NUESTRAS ALIANZAS”
“Estados Unidos ha sido puesta a prueba y saldremos más fuertes”, pronosticó.
“Repararemos nuestras alianzas y nos implicaremos con el mundo de nuevo, no para encarar los desafíos de ayer sino los retos de hoy y mañana”, fue su mensaje a las personas que le veían desde todo el mundo.
Hacia el final de sus más de 20 minutos de discurso, Biden también se refirió al hecho histórico de la llegada a la Casa Blanca de la primera mujer en la historia del país, Harris, y recalcó: “Que no me digan que las cosas no pueden cambiar”.
Biden juró su cargo poco antes del mediodía, sobre la misma Biblia que ha utilizado con ese fin durante toda su carrera política: un enorme tomo que es propiedad de su familia desde 1893, y que mide casi 13 centímetros de ancho (5 pulgadas).
HARRIS HACE HISTORIA
Poco antes, Harris también prestó juramento de su cargo con la ayuda de la jueza Sonia Sotomayor, la primera magistrada latina del Tribunal Supremo federal.
La vicepresidenta juró con la mano encima de dos Biblias: una de ellas perteneció a una amiga de su familia, Regina Shelton, y la segunda fue propiedad del fallecido juez Thurgood Marshall, que fue el primer afroamericano que formó parte del Tribunal Supremo y es uno de los grandes referentes de Harris.
DOS CANTANTES Y UNA POETA
En la ceremonia, que comenzó con la caída de algunos copos de nieve, cantaron tanto Lady Gaga -que interpretó el himno estadounidense- como Jennifer López, que entonó “This Land Is Your Land” (“Esta tierras es tu tierra”), compuesta por Woody Guthrie y convertida en un himno nacional, patriótico y antifascista.
Al terminar su actuación, López recitó en español el juramento de lealtad del país: “Una nación, bajo un Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”.
El broche final lo puso Amanda Gorman, una poeta negra que a sus 22 años se convirtió en la más joven que ha pronunciado un poema en una investidura estadounidense, y que conmovió a los asistentes al proclamar que el país entra en una “era de redención”.
“Siempre hay luz, si somos lo suficientemente valientes para verla, si somos lo suficientemente valientes para encarnarla”, dijo Gorman al concluir su poema.
MENOS INVITADOS Y MÁS SEGURIDAD
Solo un millar de personas, frente a las 200.000 habituales, asistieron como invitados a la ceremonia, reducida al mínimo debido a la pandemia y las amenazas de seguridad tras el asalto al Capitolio.
La mayoría de los invitados a la ceremonia eran legisladores estadounidenses, aunque también estaban los expresidentes Barack Obama (2009-2017), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001), junto a sus respectivas esposas, Michelle Obama, Laura Bush y Hillary Clinton.
Los principales republicanos, incluido el vicepresidente Mike Pence y los líderes del Congreso del partido, asistieron a la toma de posesión de Biden, junto con los expresidentes estadounidenses Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton.
El ya exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, asistió también a la ceremonia junto a su esposa, Karen, para despegar luego rumbo a Indiana.
La ceremonia contó con el mayor despliegue de seguridad de cualquier investidura presidencial en la historia del país, bajo la atenta mirada de hasta 25.000 militares de la Guardia Nacional, cinco veces más que los que hay en Irak y Afganistán.
Además, la jornada contrastó con otras investiduras por la ausencia de público en el National Mall, la enorme explanada que se extiende desde el Capitolio hasta el monumento a Lincoln.
Para representar a los estadounidenses que, de no haber sido por la pandemia, se habrían desplazado a Washington para ver la investidura, los organizadores dispusieron a lo largo de esa explanada 191.500 banderas de diferentes tamaños y colores.
La pandemia en Estados Unidos alcanzó un par de hitos sombríos en el último día completo de Trump en el cargo el martes, llegando a 400.000 muertes y 24 millones de infectados, la cifra más alta de cualquier país. Millones de estadounidenses están sin trabajo debido a cierres y restricciones relacionados con la pandemia.
Biden se ha comprometido a poner todo el peso del gobierno federal en la crisis. Su principal prioridad es un plan de 1,9 billones de dólares que mejoraría los beneficios por desempleo y proporcionaría pagos directos en efectivo a los hogares.
El monto requerirá la aprobación de un Congreso profundamente dividido, donde los demócratas tendrán escasas ventajas tanto en la Cámara como en el Senado.
Biden perderá poco tiempo tratando de pasar página sobre la era Trump, dijeron los asesores, firmando una serie de 15 acciones ejecutivas en su primer día en el cargo sobre temas que van desde la pandemia hasta la economía y el cambio climático.
Las órdenes incluirán mascarillas obligatorias en las propiedades federales, volver a unirse al acuerdo de París y poner fin a algunas prohibiciones de viaje a países con mayoría musulmana.
Aunque Biden ha establecido una agenda intensa para sus primeros 100 días, incluida la entrega de 100 millones de vacunas COVID-19, el Senado podría ser consumido por el próximo juicio político de Trump, que seguirá adelante a pesar de que haya dejado el cargo.
El juicio podría servir como una prueba temprana de la promesa de Biden de fomentar un sentido renovado de bipartidismo en Washington.
Trump emitió más de 140 indultos y conmutaciones en sus últimas horas en el cargo, incluido un indulto para su exasesor político, Steve Bannon, quien se declaró inocente de los cargos de estafar a partidarios de Trump como parte de un esfuerzo por recaudar fondos privados para un muro fronterizo de México.
Pero no emitió indultos preventivos para él o los miembros de su familia, luego de especulaciones en torno a que podría hacerlo. (EFE y Reuters)