MARTÍN AVILÉS

Foto: Erik Estrello / ESTO

Un golpe de Brandon Cervantes provocó que Juan Pablo Acosta soltara el ovoide y Diego Bañuelos lo recuperó para llevarlo hasta las diagonales. La jugada en la recta final del tercer cuarto abrió las puerta para que Pumas CU se llevara la victoria en el Tazón Azul y Oro por 38-19 sobre Pumas Acatlán en el Estadio Olímpico Universitario.

Con la victoria, los felinos amarraron su pase a los Playoffs de la temporada 2023 de la ONEFA, donde medirán fuerzas ante Borregos Puebla, equipo con el que tienen cuentas pendientes tras la paliza recibida unas semanas atrás.

El sol pegaba a plomo sobre el estadio patrimonio cultural de la humanidad. Dos aficiones unidas por un mismo grito de guerra, los mismos colores, una misma ideología; una misma raza. Pero tan distintos como el agua y el aceite. Porque hasta el azul y el oro tienen una gama infinita de tonalidades y ahí es donde coexisten los de Ciudad Universitaria y Acatlán.

“¡Goya, goya, cachún, cachún, ra, ra… goya, Universidad!”, se escucha en la grada poniente del Estadio Olímpico Universitario. “¡Goya, goya, cachún, cachún, ra, ra… goya, Universidad!”, retumba del lado oriente unos minutos después. Un espejo auriazul donde se contemplan dos equipos de una misma institución.

Antes de 1998, Cóndores, Águilas Reales y Guerreros Aztecas conformaban a los Pumas solamente durante el Clásico contra el Politécnico con una selección de los mejores jugadores de esos tres equipos, hsta que nació Pumas CU y los Osos se hicieron Pumas Acatlán. Desde entonces, ambos equipos hermanos coexisten, actualmente, en la Conferencia de los 14 Grandes de la ONEFA.

“De Perros Negros antes todos se iban a jugar a Osos de Acatlán, pero yo fui de los primeros de Perros que me vine para acá a jugar a CU, a los Cóndores, ahora Pumas CU”, dice Raúl Cruz Elsner, quien jugó para el equipo universitario de 1987 a 1991 y desde entonces es un asiduo seguidor de Pumas CU, a quienes apoya incondicionalmente como durante este sábado junto a su familia.

Acatlán llegaba con la moral en alto, tras su victoria sobre Borregos CEM, mientras que los de CU estaban de capa caída tras la paliza recibida ante Borregos Puebla y una semana de descanso. Pero ante un juego del calibre del Tazón Azul y Oro, el pasado poco importa.

El primer golpe lo dio el equipo de Naucalpan de la mano de Jorge Iván Marín, pero rápidamente los locales dieron la vuelta al marcador con anotación de Villafuerte. Acatlán se jugó una cuarta oportunidad con una yarda en la zona de gol, misma que no concretó y de ahí se desmoronó dramáticamente. Al descanso, la pizarra señalaba 13-17 para CU. La superioridad de los capitalinos era evidente, pero solo los diferenciaban cuatro puntos.

A mitad del tercer cuarto, Brandon Cervantes provocó que Juan Pablo Acosta soltara el ovoide tras un magistral golpe. Diego Bañuelos lo recuperó para llevarlo hasta las diagonales y estirar así la diferencia de cuatro a 11 puntos, una desventaja de la que no se pudo recuperar el conjunto del coach Horacio García.

A partir de ahí, CU caminó por su campo sin inconvenientes y sin mucho esfuerzo, construyó una paliza que ayudó a sellar el boleto a Playoffs, donde ahora de enfrentará a Borregos Puebla en busca de la revancha.