AIDA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

El común de las personas suele negar estar enfermo del corazón, pero síntomas como mareo, desmayo, falta de respiración y pérdida del conocimiento pueden ser una advertencia de ello, por lo que es necesario acudir al médico para que haga una valoración, y puede resultar en una fibrilación ventricular, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés).

Y es que los estudios y la valoración son más que necesarios, ya que estos síntomas pueden ser similares a los de un ataque cardíaco, pero en la fibrilación ventricular, los síntomas ocurren debido a una actividad eléctrica anormal en el corazón.

Aunque, en algunos casos, los pacientes no experimentan ningún síntoma antes de que ocurra un fallo cardíaco.

En ese sentido, se estima que las causas de la fibrilación ventricular pueden variar, pero casi siempre están relacionadas con enfermedades cardíacas “ocultas”, como cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, hipertensión arterial y trastornos del ritmo cardíaco.

Además, -según la NHLBI- la fibrilación puede ser causada por una variedad de factores externos como lesiones en el pecho y consumo excesivo de alcohol o drogas; o como resultado de ciertos medicamentos o trastornos electrolíticos; así como en personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

De ahí que se deben tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar la afección, como mantener una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente.

Datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la fibrilación ventricular es responsable del 75 por ciento por ciento de las muertes súbitas relacionadas con enfermedades cardíacas.

La fibrilación ventricular es una afección cardíaca potencialmente mortal en la que los ventrículos del corazón laten de forma caótica e ineficaz, lo que impide que el corazón bombee sangre al cuerpo.

Esta enfermedad se produce cuando las señales eléctricas en el corazón se desorganizan, lo que hace que los ventrículos, las cámaras principales del corazón, se contraigan de forma ineficaz.

Esta situación puede llevar a la muerte en cuestión de minutos si no se trata de manera rápida y efectiva.