Querétaro es uno de los estados que se alistan para una nueva contienda rumbo a 2027, y aunque el PAN sigue dominando el mapa político, el tablero empieza a moverse.
Este martes, el coordinador panista en el Senado, Ricardo Anaya Cortés, cerró la puerta a una eventual candidatura al gobierno estatal. “No está en mis planes. Le sirvo más al país y al partido desde el Senado”, dijo. Su salida deja el camino libre a otras figuras locales dentro del blanquiazul.
EL PESO DE UN BASTIÓN
Querétaro es uno de los últimos bastiones del PAN. En 2024 obtuvo resultados mixtos. Claudia Sheinbaum ganó el estado con 51.07% de los votos, contra 36.89% de Xóchitl Gálvez. Es decir, de los 1.2 millones de sufragios emitidos, Morena obtuvo unos 622 mil votos y el PAN, alrededor de 449 mil.
A nivel local, el PAN ganó siete de 18 municipios, entre ellos la capital, y tiene ocho de 25 curules en el Congreso estatal.
Cuenta con una de las gestiones mejor evaluadas del país y, por ahora, el bastión se mantiene. Aunque ya no es inexpugnable.
EL FACTOR KURI
El gobernador Mauricio Kuri González conserva buena aprobación. Los rankings nacionales lo ubican entre los diez mandatarios mejor evaluados del país. Su estilo pragmático y alejado de la confrontación ha mantenido estabilidad política.
Sin embargo, el éxito del PAN en 2027 dependerá de quién logre capitalizar su legado. Entre los posibles candidatos suenan Felipe Fernando Felifer Macías, actual alcalde capitalino; Luis Bernardo Nava, exalcalde; Agustín Dorantes, senador, y Lupita Murguía, también senadora.
De todos, Felifer Macías encabeza las encuestas internas. En cambio, Anaya se autodescartó, mientras Nava y Dorantes se mantienen cerca. En un escenario así, el partido enfrenta el reto de mantener la unidad interna, un valor que ha sido clave para conservar el poder en el estado.
ROMPER EL CERCO
Morena no tiene un perfil dominante, pero varios nombres suenan fuerte. En la encuesta de GobernArte (agosto 2025), el exfiscal Santiago Nieto lidera con 31.3% de preferencia entre simpatizantes morenistas, seguido por el senador Gilberto Herrera con 24.9%.
Otros aspirantes como Beatriz Robles o Luis H. Fernández aparecen con menor respaldo, pero todos apuestan por convertir la crítica social, como inseguridad, agua y movilidad, en su principal bandera política.
Porque a pesar de la ventaja panista, hay alertas encendidas. La percepción de inseguridad pasó de 39.8% a 46.2% entre marzo y junio de este año, según el Inegi.
A ello se suman presiones por el abasto de agua. El proyecto El Batán: Agua para Todos, impulsado por Kuri como solución de largo plazo, fue suspendido. Incluso la presidenta Claudia Sheinbaum pidió una consulta pública antes de avanzar. El propio gobernador reconoció que el plan está “muerto”, y el tema se ha convertido en un flanco político que Morena busca aprovechar.
EL RETO PANISTA
Las encuestas dan al PAN entre 40% y 42% de intención de voto, frente a 34% de Morena. La ventaja existe, pero no es garantía.
Si el blanquiazul logra abordar con eficacia la seguridad y el agua, y mantener la unidad interna con un candidato competitivo, seguirá siendo el partido a vencer. Pero si se confía demasiado en su historia, podría perder lo que más presume: ser el ejemplo de orden y estabilidad.
Pues hasta los bastiones más firmes pueden resquebrajarse… si no, pregúntenle al PRI.
EL DATO INCÓMODO
Mientras la inflación aprieta los bolsillos, la Comisión de Hacienda aprobó aumentar impuestos a cigarros, refrescos, videojuegos y juegos con apuestas, además de gravar bebidas como Electrolit. Y no, no hay candados para destinar estos recursos a educación y salud.



