¿Quién fue Israel Vázquez? El boxeador que creció en una funeraria, soñó con ser futbolista y perdió un ojo tras una pelea

Desde muy pequeño, Israel comenzó a practicar deportes. Pero al estar la mayor parte de su tiempo en casa debido a que su familia debía atender la funerari



“Funerales Vazquez Servicio Día y Noche”, tiene escrito en la fachada un pequeño local en la calle Belisario Domínguez de la Alcaldía Azcapotzalco. Ahí, entre ataúdes y cuerpos sin vida, pasó la mayor parte de su infancia Israel Vázquez, quien a los 20 años de edad migró a Estados Unidos en busca de alcanzar el sueño de convertirse en campeón mundial de boxeo. Y lo logró.

LEE ADEMÁS: Beca Benito Juárez 2024: Conoce las fechas de pago, ¿Quiénes cobran 11 mil 200 pesos hoy?

Desde muy pequeño, Israel comenzó a practicar deportes. Pero al estar la mayor parte de su tiempo en casa debido a que su familia debía atender la funeraria, sus primeros años los pasó ahí, en ese ambiente fúnebre al que se acostumbró y comenzó a normalizar.

Muy tranquilo. Fíjate que yo me crié, viví muchos años en una funeraria. Mi papá trabajaba ahí entonces en la parte de atrás había dos cuartitos donde vivíamos, ahí casi hasta los 20 que me vine para acá (Estados Unidos) y que tuve la oportunidad, ya empecé la carrera (boxeo) un poco más fuerte. Solo vendíamos ataúdes, pero te acostumbras. Creo que por la necesidad que teníamos, no nos permitía este tener una casa propia y pues te acostumbras”, contó Israel a Marco Antonio Barrera en su podcast Un Round Más.

“Las cajas, yo cargaba los muertos, haces todo lo que ves en una funeraria, lo único que no hacíamos era velarlos ahí, pero los preparábamos. Yo ayudaba a llevarlos a la preparación, eso está un poquito más grotesco el asunto porque pues es una plancha y te hacen los químicos, pero te acostumbras. A mí me gusta mucho ese tipo de cosas, pero mi papá no nos quería dejar mucho pero a veces que se complicaban las otras personas y pues ‘éntrale, agárrale aquí y agárrale acá’ y así empezamos. Entonces me crié en ese tipo de ambiente”, añadió.

Israel Vázquez, el niño que quería jugar en las Chivas y practicaba Taekwondo

Israel era un niño retraído, en parte, debido a que tenía un problema en las piernas que le impedía cumplir esa fantasía de ser futbolista, anhelo que despertó mientras miraba por televisión a sus amadas Chivas de Guadalajara.

“De principio, como todo buen mexicano, me encanta el fútbol soccer. Le voy a las Chivas y pues sí, me gustó más el fútbol como todo en mexicano, participé en un equipillo de barrio que mi papá me llevó pero tengo muchos problemas en los pies. Yo tenía como los pies metidos, con aparatos para quitar ese tipo de problemas y para hacerlos un poquito más derechos. Eso como que me frenó un poco de ser futbolista, no sé si la hubiera hecho, tal vez no por la estatura pues son muy bajito pero le echaba muchas ganas a todo”, dijo.

Al no tener fortuna en el balompié, a los 8 años de edad, su padre lo inscribió en la escuela de Taekwondo Moo Duk Kwan Azcapotzalco, con la esperanza de que el movimiento constante piernas y elasticidad, le ayudaran a mejorar ese problema físico. Entrenaba después de clases, tan pronto salía de la Escuela Primaria Vicente Alcaraz, ubicada justo enfrente de la funeraria donde vivía.

¿Cómo fue que Israel Vázquez se convirtió en boxeador?

“Ahí como no la pude hacer (en futbol) me metieron al Taekwondo, pero no duré mucho quizás un año año y medio. Ahí soy un Arma Mortal y tuve mucha suerte porque no tengo mucha elasticidad, pero después mi hermano Germán, él le dijo a mi papá ‘yo quiero ser boxeador’. No sé dónde se le metió esa idea, pero como todo buen mexicano, mi papá también miraba los las peleas y buscó un entrenador ya yo estaba ahí. Entonces pues ya nos nos enroló mi papá con Don Lupe Serrano”, remembró.

Y así comenzó a escribirse la leyenda de ‘El Magnífico’. Israel inició su carrera profesional en el deporte de los guantes hace casi 30 años, en 1995. En el 2004 se alzó como campeón del mundo, algo que repitió dos veces más. Vázquez comenzó a adquirir fama debido al poder de sus golpes y una velocidad de manos que dejaba perplejos a sus oponentes.

La sangrienta rivalidad con Rafael Márquez que le costó el ojo

En esa década era uno de los pugilistas más respetados de México y posteriormente, junto a su compatriota Rafael Márquez —a quien se enfrentó en cuatro ocasiones— hicieron de su rivalidad una de las más entrañables entre dos aporreadores aztecas de todos los tiempos, con personajes en su esquina de la talla de Rudy Pérez y el propio Freddie Roach.

La primera entrega de esta saga se dio en marzo de 2007 en Carson, California. Márquez fue el vencedor y le arrebató a Vázquez el título mundial gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Vázquez salió victorioso por nocaut técnico en la revancha. En marzo de 2008, un tercer combate resultó en triunfo de Vázquez por decisión dividida. Y finalmente, dos años más tarde, una última batalla cambió para siempre la vida de ‘El Magnífico’.

En la primera pelea entre ambos, Vázquez sufrió una fractura de nariz. Posteriormente, Rafa  tuvo que ser operado de un ojo por los golpes del tercer combate. Pero para la última entrega de este clásico, Israel resultó el más perjudicado por los golpes de Márquez, al grado que perdió la vista en un ojo, mientras con el otro miraba sumamente borroso.

“Me machacaste tanto que la retina se me dañó como en pedazos. Te miraba como si estuvieras entre el agua. Pero uno sube al ring con la intención de ganar, no de dañar al rival. Alcanzo a ver, pero con una prótesis. Tenía mi ojo, pero ya no distinguía. Básicamente era ciego”, le confesó Vázquez a Márquez en el mismo podcast de Barrera hace unos meses atrás. 

Luego de varias cirugías oculares, sus descuidos le provocaron un desprendimiento de retina, al grado que uno de los remedios fue ponerle un poco de silicón en el ojo. Tras seis operaciones, necesitó un trasplante de córnea, pero lo descartó. Con el tiempo, perdió la visión y requirió de una prótesis.

“Hicimos el daño, pero no teníamos la intención. La intención es ganar, pero no poner mal al rival. A mí mee dijo mi mamá: si quieres pelear (otra vez con Vázquez), cómprate tu ataúd. Lo que hiciste ya está”, compartió Márquez acerca de esta sangrienta rivalidad.

Esclerosis y sarcoma, los siguientes rivales de Israel Vázquez

Pero la vida le tenía guardado otro reto al campeón mexicano. En 2018, fue diagnosticado con esclerosis, una enfermedad que le hizo perder hasta 18 kilogramos, lo que comenzó a deteriorar su aspecto. Y no conforme, el pasado mes de junio, unos fuertes dolores de piernas lo obligó a visitar nuevamente al médico y recibió la noticia de que tenía un sarcoma Fase 4, un tipo de cáncer poco frecuente que ataca los tejidos blandos y los huesos.

Todos estos males lo llevaron a la quiebra, por lo que su familia se vio obligada a crear una campaña de recaudación en GoFundMe de la mano de sus amigos y del CMB. La colecta alcanzó cerca de 44 mil dólares en donaciones. Israel luchó hasta el último round, pero finalmente ya descansa en paz, a unos días de su cumpleaños número 47, tras las múltiples batallas que tuvo que afrontar.