Ramón Juárez del Castillo es un hombre de fe. Entregado a su profesión de futbolista, a la cual se dedica en cuerpo entero y alma completa, el defensa central del América tiene en la devoción a Dios y su familia, los pilares fundamentales de su vida y carrera deportiva.
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Un joven mexicano que, en el marasmo que han sido estos últimos años en el América, con un Tricampeonato de Liga MX, cuatro finales consecutivas y muchos momentos de gloria, pero también de exigencia y presión, ha sabido convertirse en un hombre sólido e importante en el esquema del técnico brasileño André Jardine.
En entrevista con OVACIONES en el Nido de Coapa, el zaguero azulcrema, producto cien por ciento americanista, abrió las puertas de su yo como persona, sus creencias y, por supuesto, su vida como futbolista profesional del equipo más ganador del futbol mexicano.
Tocado por Dios: “Él me pone donde debo rematar”
En este Apertura 2025, el defensa de 24 años logró regresar a la titularidad en el Ave, luego de un periodo como suplente, donde la afición azulcrema exigía que fuera titular, por encima del chileno Igor Lichnovsky, quien no atravesaba un buen momento.
En este segundo semestre del año, el nacido en Río Verde, San Luis Potosí, se ha ganado aún más el corazón de los americanistas, con goles épicos que le han dado al equipo puntos agónicos, permitiendo a las Águilas seguir peleando por el liderato de la tabla.
Incluso, su desempeño le ha valido el reconocimiento del entrenador André Jardine, quien lo considera un jugador “especial” y determinante, por sus goles en momentos complicados para los emplumados.
Para Ramón, estar tocado por Dios significa saber dónde estar en el campo, cómo posicionarse y buscar el esférico para ganarle a los rivales, como lo hizo ante Sergio Ramos, figura del Real Madrid y Campeón del Mundo, al empatar 2-2 en el Gigante de Acero con un remate de cabeza al 89’.
“Soy muy bendecido por Dios. Trato de estar siempre de su mano y su gracia me acompaña en cada partido y momento; Él hace todo, Él me posiciona donde tengo que estar para rematar la pelota. Le atribuyo a Él todo y quiero ser especial por esa parte”.
Ramón también marcó un gol decisivo ante Puebla, al minuto 98, que significó la remontada americanista en casa.
“(Quiero) que más allá de ser futbolista, ser una persona con Dios en su vida, y más allá de las palabras, poder transmitirlo con mis acciones. Hacerlo siempre al máximo, con buena disposición; eso me hace feliz”.
La técnica de los 100 remates; Alfredo Tena lo curtió hasta el hartazgo
En el futbol, no todo se deja al universo o a una fuerza superior. El éxito se trabaja día a día, y no es casualidad que Ramón Juárez tenga un excelente remate de cabeza, producto de su esfuerzo y disciplina.
Durante su etapa en Fuerzas Básicas del América, fue Alfredo Tena quien lo formó con la llamada técnica de los 100 remates, una rutina que lo llevó al perfeccionamiento técnico.
Ramón es un hombre de fe, pero también de trabajo, constancia y profesionalismo. Ningún jugador domina su deporte sin repetir hasta el cansancio cada detalle.
“En Fuerzas Básicas, con Alfredo Tena, aprendí mucho. Me quedaba a rematar centros de cabeza, cien centros o más; la repetición te da instinto, y hoy pongo en práctica lo aprendido”.
Aquellos que no estén dispuestos a terminar fundidos o a trabajar sin descanso, no podrían lograr lo que Ramón Juárez ha alcanzado en el campo.
“Acababa cansadísimo, pero valía la pena. Los miércoles entrenábamos los defensas con él; practicábamos cabezazos, perfiles, recorridos… cosas tediosas, pero muy útiles. Siempre lo recordaré con cariño”.
América está listo para la Liguilla
En el cierre del Apertura 2025, América suma 31 puntos, en el cuarto lugar, y busca cerrar fuerte ante León y Toluca para aspirar al liderato general.
“Estamos muy motivados, faltan dos partidos para entrar a la Liguilla, primeramente Dios, y queremos llegar en nuestra mejor versión. Hemos dejado puntos que duelen, pero trabajamos para cerrar fuerte“, sentenció Ramón Juárez.


Foto: Aracely Martínez 


