Cuando el marchista mexicano Raúl González entró al Memorial Coliseum, más de 78 mil espectadores se pusieron de pie para ovacionarlo. Tan pronto cruzó la meta, ‘El Rey de la Marcha’ se llevó las manos al rostro, luego extendió los brazos al cielo y de nuevo se cubrió la cara antes de tirarse al suelo. Lo hizo tras ganar la medalla de oro en los 50 kilómetros de los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984.

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Esa ciudad que encumbró su carrera, volverá a ser sede olímpica 44 años después, cuando en 2028 albergue la edición XXXIV de la justa veraniega. Pero muchas cosas han cambiado en casi medio siglo, pues el atletismo mexicano se encuentra sumamente lastimado, producto de malas administraciones y proyectos no concretados.

“Se inicia un nuevo ciclo olímpico. Una planeación que hace la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) junto a las federaciones y el Comité Olímpico Mexicano (COM). Ya se está trabajando en una planeación de aquí a Los Ángeles 2028”, mencionó González Rodríguez durante la Jornada Nacional de la Condición Física Saludable 2025 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

De las 78 preseas olímpicas que ha cosechado la Delegación Mexicana a lo largo de la historia, 11 de ellas, es decir el 14%, provienen del atletismo. Y dos de esa colecta fueron aportadas por el de China, Nuevo León.

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El problema es que desde Río 2016, el atletismo no aporta medallas. Lupita González, con su plata en los 20 kilómetros de la marcha femenil, fue la última en sumar a esta cuenta, y antes de ella, fue Ana Gabriela Guevara en Atenas 2004, quien había aportado con su plata en los 400 metros femenil, el último laurel.

La disputa por el poder en la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA) ha sido una parte importante del problema. Recientemente, Israel Benítez, se autoproclamó presidente de la FMAA después de 11 años de disputas legales con Antonio Lozano y sus constantes acusaciones de corrupción y peculado, mismas que lo han perseguido por un largo tiempo.

Ante estos líos legales, la comisión dirigida por el exclavadista Rommel Pacheco enfatizó que “hasta el momento, no se ha otorgado reconocimiento a ninguna federación, ya que este procedimiento sigue en curso y dentro del plazo legal vigente, que vence el 31 de marzo de 2025”. Pero al final del día, son los deportistas los más perjudicados ante estas controversias legales.

“Inicia una nueva administración en la Conade. Son problemas que tienen que resolverse, espero que el nuevo director general (Pacheco) tenga la capacidad para resolver estas situaciones que se dan en el deporte. Son partes de las tareas que tiene que enfrentar. Debemos de apoyar, colaborar con él, para que todas las cosas salgan bien. Esta situación claro que les afecta a los deportistas y mucho”, lamentó González.

Lozano Pineda negó que durante su gestión haya generado un adeudo de más de 32 millones de pesos, a pesar de que diversos medios ventilaron esa información proveniente del Servicio de Administración Tributaria (SAT). El dirigente aseguró que la información es falsa y que sigue siendo el titular de la FMAA.