Red Bull Racing sufrió una dolorosa humillación en casa durante el Gran Premio de Austria, no solo por el abandono de Max Verstappen, sino porque Yuki Tsunoda sigue sin demostrar que merece manejar el segundo RB21. Para colmo, Liam Lawson finalizó sexto, con lo que propinó una cachetada con guante blanco al equipo que no le tuvo paciencia y desechó solo dos carreras después de ser nombrado como sustituto de Checo Pérez.

Lo cierto es que desde la salida del mexicano, la escudería de las bebidas energéticas no ha encontrado una respuesta convincente para acompañar a Verstappen en la grilla. El director del equipo, Christian Horner, dijo que necesitan llegar al fondo sobre lo que salió mal para Tsunoda después de un desastroso fin de semana en Austria.

Tsunoda fue eliminado en la Q1, a pesar de haber quedado a tres décimas de segundo de su compañero de equipo Max Verstappen. Y desde la posición 18 de la parrilla, Tsunoda no logró progresar y fue el último piloto en llegar a meta, a dos vueltas del primero. Recibió una penalización de 10 segundos por chocar con Franco Colapinto y también con Lance Stroll.

“Con Yuki, obviamente es difícil progresar desde su posición inicial en la parrilla hasta la penalización con Colapinto. Así que hoy también ha tenido una carrera horrible. Es frustrante, pero nos iremos rápido a Silverstone”, declaró Horner tras la competencia.

Como ha sido habitual este año, los tiempos de vuelta de Tsunoda parecieron ser más competitivos al principio del fin de semana durante los entrenamientos libres. Sin embargo, no logró pasar de la Q1 por tercera vez en cinco fines de semana de carrera.

“Necesitamos entender qué le pasó a Yuki, porque, sin duda, (en la segunda y tercera práctica) se veía bien. En la clasificación, pareció que se le vino abajo. Entonces, cuando estás fuera de posición, estás atrás del grupo, y la situación es tan difícil que le cuesta recuperar la confianza. Pero trabajaremos con él, intentaremos ayudarlo a superarlo”, comentó.

Tsunoda se unió a Red Bull cuando el equipo desprendió a Lawson tras apenas dos rondas de temporada. Sin embargo, el nipón tampoco ha estado cerca de Verstappen que Lawson en las últimas carreras, lo que ha suscitado dudas sobre la dificultad de pilotaje del monoplaza, como ya avisaba el tapatío desde el año pasado, cuando, sin más, fue echado de Milton Keynes.

“Este coche ha evolucionado a lo largo de los años siguiendo el camino de desarrollo que hemos seguido. No es fácil de conducir, pero tampoco es tan difícil. Así que trabajaremos con él y esperamos que dé un paso adelante en Silverstone”, sentenció.