La reforma al Poder Judicial debería tener algunas modificaciones en el rubro de la elección de los jueces, para evitar que alguno de éstos tenga alguna relación política o apartidista que pudiera influir en sus determinaciones, afirmó Larry Rubin, presidente de la American Society of Mexico (AMSOC).
Es más, descartó en conferencia de prensa que, por esta reforma, que plantea desafíos y preocupaciones, se dé por terminado el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, porque es un Tratado “sólido” entre los tres países, pero no descartó álgidas discusiones durante su revisión en 2026.
“Nos gustaría que México pudiera robustecer esta reforma, en una forma que mande señales de certeza, porque lo que se busca eliminar cualquier incertidumbre para las inversiones actuales y las futuras”, dijo.
Y aunque en Estados Unidos algunos jueces locales son por elección popular, ello es mediante un sistema exhaustivo para asegurar que los que llegan a una boleta son personas con una trayectoria profesional intachable y ética.
“Creemos que la reforma al sistema judicial como está hoy genera mucho ruido a a los empresarios en Estados Unidos, y por eso hemos abogado tanto en la Cámara de Diputados como en la Cámara de Senadores que tomen en cuenta ciertos cambios importantes para que estos atraigan a capital estadounidense y extranjero”, señaló
Y agregó: “Lo que quisiéramos ver en esta reforma es que se evite que haya jueces que tengan una filiación política o partidista particular y en vez de promover una equidad en la justicia promoverían otros intereses que no necesariamente beneficiarían a todos”.
En este mismo tenor se pronunció el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, quien apoyó la postura expresada por el embajador de la Unión Americana en México, Ken Salazar, sobre las preocupaciones de la reforma judicial, asegurando que ambos países deben “trabajar juntos como socios e iguales para promover la seguridad y la prosperidad en América del Norte.
“Como socios y amigos, compartimos nuestras preocupaciones sobre las reformas constitucionales propuestas”, dijo Nichols en sus redes sociales, al tiempo que posteó la carta de respuesta de la Embajada del pasado martes 27 de agosto, destacando que “Salazar y yo compartimos un profundo respeto por la soberanía de México”.
En tanto, Larry Rubin dejó en claro que la relación entre México y los Estados Unidos continúa, toda vez que ambos países “se encuentran en el mismo barco”.
Señaló que si bien, el presidente López Obrador estableció “una pausa” con la Embajada de los Estados Unidos, situación que pasa por lo político, aseguró que no se ha interrumpido el diálogo entre los líderes de ambas naciones.
Y en ese sentido, Rubin dio a conocer que la American Society giró una invitación al ejecutivo mexicano para que participe en la Tercera Cumbre Binacional México-Estados que se realizará la próxima semana con el propósito de entregarle un reconocimiento por el apoyo que ha brindado a la relación entre los dos países.
“La pausa, como la entendemos nosotros, es a un nivel de la embajada de los Estados Unidos; pero la continuidad se sigue dando entre los líderes de la comunidad estadounidense radicados aquí, y los inversionistas que están apostando en México”, precisó.
Asimismo, el expresidente de la American Chamber of Mexico (AMCHAM), dijo que, en el marco de la Convención Bilateral, a la que ya confirmó su asistencia el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, los empresarios estadounidenses harán un importante anuncio en materia de inversiones, para los próximos años en México.

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