Contexto
La globalización tardó más de 30 años en posicionarse como alternativa comercial internacional; en los años 60, el Partido Comunista Chino preparaba la estrategia económica para los próximos 50 años, buscando atraer inversiones para dar trabajo a la población y crecer su economía, resultando en la fábrica del mundo, con el dominio manufacturero en todos los sectores.
Esto afectó la franja fronteriza de México, porque las maquiladoras de empresas norteamericanas trasladaron su producción a China, dejando un panorama económico y laboral complicado.
Derivado de los conflictos post covid-19 y los geopolíticos, Estados Unidos arreció sus políticas globales a partir de 2020, generando el cambio de orden económico global, y posicionado el concepto de relocalización como opción estratégica para salvar el incremento de costos y enfrentar la inflación, lo cual se reafirmó a partir de 2025 con el segundo periodo del presidente Donald Trump.
Estados Unidos definió como cadenas de suministro fundamentales las relacionadas con materias primas, minerales críticos, energéticos, alimentos, medicamentos y tecnología, específicamente los semiconductores, derivando dos procesos fundamentales: regionalización y relocalización, cimientos del nuevo orden económico global.
Regionalización
Luego de que el contexto empujara la claridad del proceso de relocalización, la producción se centra en lo cercano, teniendo como fundamento las oportunidades para los países de fácil acceso a Norteamérica, teniendo un primer bloque, conformado por Estados Unidos, México y Canadá.
De igual manera, se enfoca la fuerza de Europa, para protegerse de la guerra entre Rusia y Ucrania; el bloque de Eurasia, en el cual destacan India, China, Rusia y países como Vietnam, buscando seguir posicionando su producción. Algunos otros se alinean a su conveniencia, como Japón y Corea del Sur.
Por tanto, la regionalización surge de la necesidad por reducir la dependencia de insumos, evitar la vulnerabilidad de las cadenas de suministros de Norteamérica y recuperar el control regional de la producción.
Relocalización
Relocalización es tener una manufactura y su cadena de suministros en el entorno cercano, además de la infraestructura necesaria para minimizar el tiempo de entrega al cliente, sea de un insumo intermedio o producto terminado. Con esto se busca mayor productividad, reducción de costos de producción y mejor retorno de inversión.
Las ventajas regionales que conlleva son la cercanía entre culturas y la identificación de patrones similares en la manera de hacer negocios, así como la obtención de materias primas, las cuales se encuentran cercanas en su mayoría, generando ahorro de costos logísticos, mayor control de calidad y mejor logística de todo el proceso. En México destaca el capital humano y las ventajas comerciales del T-MEC.
Actualmente, los fabricantes estadounidenses se enfrentan a aranceles de entre 10 y 50% sobre importaciones de Asia, que antes no estaban gravadas, lo que empujó a relocalizar parte de su producción de China a Norteamérica.
En este proceso, México se ha convertido en una excelente opción, ya que la relocalización es factible al país de bajo costo de Norteamérica, y que cuenta con un historial de más de 50 años de manufactura para empresas estadounidenses.
En conclusión
La regionalización y la relocalización son los factores determinantes del nuevo orden económico global, de amplios beneficios para México, ya que contamos con ventajas estratégicas y geográficas en logística y conectividad, el enlace con todo el mundo, el talento de nuestro capital humano y el actual compromiso para el desarrollo de la sociedad, además del vínculo del T-MEC.
La siguiente semana veremos la posición y fortalezas de México ante la relocalización.
Sobre el autor: El autor es CEO de AP Global Advisors, Asuntos Públicos y Nearshoring, y Presidente del Consejo Consultivo Económico del WIC Forum. https://www.linkedin.com/in/alejandropulidogarcia/




