Tras un silencio que mantuvo en vilo a los aficionados mexicanos, Checo Pérez parece estar a punto de causar un eco descomunal en la Fórmula 1. El piloto de Guadalajara, Jalisco, —despedido por Red Bull a finales de 2024 tras cuatro temporadas, cinco victorias y un rol clave en dos campeonatos de constructores— está en el centro de las miradas del mercado, con dos equipos que cada vez emanan más suspiros por tenerlo en uno de sus asientos.
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Con las nuevas regulaciones técnicas para 2026 en el horizonte, equipos como Cadillac y Alpine ven en el volante tapatío la experiencia y el talento necesarios para liderar sus proyectos, alimentando rumores sobre un esperado regreso en la máxima categoría.
El paso de Checo por la escudería de las bebidas energéticas no estuvo exento de altibajos. Aunque brilló con podios y victorias memorables, su incapacidad para igualar el ritmo de su compañero Max Verstappen llevó a su salida. Sin embargo, el desempeño decepcionante de sus reemplazos, Liam Lawson y Yuki Tsunoda, en el segundo RB21 durante 2025 ha cambiado la narrativa.
Los equipos ahora valoran el historial de Pérez, quien ha renovado sus créditos y es ahora un piloto capaz de sumar puntos consistentemente y adaptarse a la presión de un equipo puntero. Este resurgimiento de su reputación, combinado con las normativas de 2026 que exigirán estabilidad y experiencia, ha colocado al mexicano en una posición privilegiada.

Es así que las escuderías han emergido como las principales candidatas para fichar a Pérez: la debutante Cadillac, que ingresará a la F1 en 2026, y Alpine, un equipo en plena reestructuración. Según fuentes cercanas al piloto, ambas opciones están en conversaciones avanzadas, y la decisión de Checo podría definir el rumbo de su carrera.
El equipo estadounidense, respaldado por General Motors, busca construir un equipo competitivo desde cero. Para ello, requiere de un piloto experimentado que lidere su proyecto en un entorno de alta presión. Pérez, con su trayectoria en equipos como McLaren, Force India y Red Bull, encaja perfectamente en este perfil.
Sin embargo, no es el único candidato, pues nombres como Valtteri Bottas, Zhou Guanyu y Mick Schumacher también están en la órbita del equipo estadounidense. La ambición de Cadillac es atractiva, pero su falta de infraestructura establecida podría ser un riesgo para un piloto que busca resultados inmediatos.
Por otro lado, Alpine, bajo la dirección del controvertido Flavio Briatore, ofrece una opción más consolidada, aunque no exenta de desafíos. Con Pierre Gasly como único piloto confirmado para 2026, el equipo francés necesita un compañero que aporte experiencia y estabilidad.
Los problemas recientes de Alpine, tanto en pista como en su gestión, no han pasado desapercibidos, pero su fábrica en Enstone y el respaldo de Renault prometen una base competitiva. Briatore, conocido por su habilidad para revitalizar equipos, ve en Pérez una pieza clave para devolver a Alpine a la primera plana. Aunque Bottas también ha mantenido conversaciones con el equipo, el historial de Checo en escuderías de élite lo coloca como favorito.
El reconocido comentarista de Fórmula 1 Lawrence Barretto arrojó luz sobre el futuro del mexicano en el sitio oficial del deporte. “Pérez ha mantenido conversaciones con varios equipos, incluidos Cadillac y Alpine. Quiere volver, y su ambición es un activo valioso para cualquier escudería que busque un impulso”, dijo al respecto.
Las nuevas regulaciones de 2026, que introducirán cambios significativos en los monoplazas y priorizarán la experiencia de los pilotos, juegan a favor de Pérez. A sus 35 años, el mexicano combina veteranía con un hambre de revancha, una fórmula que lo hace atractivo tanto para un proyecto emergente como Cadillac como para uno en reconstrucción como Alpine.

Reuters 


