La esperada megapelea entre el campeón indiscutido de peso supermediano, el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, y el invicto monarca de cuatro divisiones, el estadounidense Terence Crawford, ha dado un giro inesperado. Originalmente programada para el viernes 12 de septiembre en el Allegiant Stadium de Las Vegas, el combate ha sido reprogramado para el sábado 13 de septiembre, con la sede aún por confirmarse.

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Además, el evento, que ahora se transmitirá en modalidad de pago por evento (pay-per-view), marcará el debut promocional de TKO Boxing, una nueva empresa liderada por Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita, y Dana White, CEO de UFC.

El anuncio, realizado este martes por Ring Magazine—propiedad de Alalshikh desde 2024—, ha generado revuelo en el mundo del boxeo y plantea un choque directo con eventos deportivos de alto perfil, incluyendo UFC 320, conocido como Noche UFC.

El ajuste en la fecha, que no se acompañó de una explicación oficial, rompe con la estrategia inicial de evitar la competencia con la programación del sábado, dominada por el fútbol americano universitario.
Ahora, la pelea no solo coincidirá con los partidos colegiales, sino también con Noche UFC, un evento de artes marciales mixtas programado tentativamente en México para celebrar el Día de la Independencia.

Esta colisión de eventos, ambos bajo la órbita promocional de Dana White, ha desatado especulaciones sobre posibles conflictos de interés y tensiones logísticas.

El cambio de sede también ha generado incertidumbre. Aunque el Allegiant Stadium, con capacidad para 65 mil espectadores, fue anunciado como el escenario original, Ring Magazine informó en su cuenta de X que el evento, parte de la Riyadh Season, podría trasladarse a una de cinco posibles ubicaciones en Nueva York, Los Ángeles o Las Vegas.

Dana White, conocido por su enfoque práctico en la producción de eventos, expresó su descontento con la idea de realizar la pelea en un estadio. “Odio la idea de que Canelo-Crawford se celebre en un estadio en lugar de una arena”, afirmó White el pasado fin de semana. “Un estadio no es lo ideal para una pelea de este calibre. Quiero que los fans tengan la mejor experiencia posible”.

La pelea Canelo-Crawford marca el lanzamiento de TKO Boxing, una alianza entre Alalshikh, cuya influencia en el boxeo ha crecido exponencialmente con la organización de eventos de alto perfil bajo la Riyadh Season, y White, cuya experiencia en UFC lo convierte en un peso pesado en la promoción deportiva.

White detalló su rol en el proyecto: “Me encargo de la promoción, la producción, la operación del evento, las relaciones públicas, todo lo relacionado con la pelea, como si fuera un evento de UFC“.
Sin embargo, el ejecutivo también admitió el desafío de gestionar simultáneamente la promoción de Noche UFC, programada para el mismo fin de semana, lo que podría dividir la atención de los aficionados y complicar la logística.

El cambio al formato de pago por evento, descartando opciones alternativas como una transmisión en plataformas de streaming como Netflix, subraya la magnitud comercial del enfrentamiento. ‘Canelo’, una de las mayores estrellas del boxeo mundial, y Crawford, considerado uno de los mejores libra por libra, prometen un espectáculo que podría romper récords de audiencia, a pesar de la competencia con otros eventos deportivos.

La pelea entre ‘Canelo’ Álvarez, de 35 años de edad, y Terence Crawford, de 38 años de edad, es más que un choque de titanes: es un enfrentamiento entre dos legados. Canelo, con un récord de 61-2-2 (39 KOs), busca reafirmar su dominio en las 168 libras, mientras que Crawford, invicto con 40-0 (31 KOs), enfrenta el desafío de subir de peso para medirse ante un oponente físicamente imponente.
La combinación de estilos—‘Canelo’ con su precisión y poder, Crawford con su versatilidad y velocidad—ha generado expectativas de un combate épico.

Sin embargo, los cambios de última hora han levantado dudas sobre la organización del evento. La falta de claridad sobre la nueva sede y las razones detrás de la reprogramación alimentan especulaciones sobre posibles desacuerdos entre los promotores o ajustes para maximizar el impacto comercial.
Además, la decisión de enfrentar el evento a Noche UFC podría fragmentar al público, especialmente en mercados clave como México y Estados Unidos, donde ambos deportes tienen una base de seguidores apasionada.

¿QUÉ SIGUE?
A medida que se acerca la fecha, los ojos del mundo deportivo estarán puestos en TKO Boxing y su capacidad para entregar un evento a la altura de las expectativas.

La confirmación de la nueva sede, los detalles del precio del pay-per-view y la estrategia para diferenciar la pelea de la competencia con UFC serán cruciales para garantizar su éxito.
Para ‘Canelo’ y Crawford, el enfoque está en el cuadrilátero, en el que buscarán escribir un capítulo inolvidable en la historia del boxeo.

Por ahora, los aficionados deberán esperar más anuncios oficiales mientras el drama fuera del ring añade una capa extra de intriga a una pelea que ya prometía ser histórica.