Rojo de la Vega llama a una resistencia nacional frente al crimen organizado y el “narcogobierno”

Rindió homenaje al alcalde Carlos Manzo y a las víctimas de la violencia política. Asistió Gerardo Fernández Villegas, esposo de la Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado


Rojo de la Vega
Cortesía Alcaldía Cuauhtémoc

La alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega Piccolo, hizo un llamado a la resistencia nacional frente al crimen organizado y lo que calificó como el avance del narcogobierno en México. Durante su primer informe de gobierno, advirtió que el país atraviesa una crisis de violencia, impunidad y corrupción en la que, dijo, “los gobiernos han sido infiltrados, rebasados o sometidos por el crimen”.

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“Gobernar Cuauhtémoc significa enfrentar todos los días las consecuencias de decir, no al crimen“, afirmó, al señalar que “resistir no es un lema, es una forma de vida en esta alcaldía. Aquí no pactamos con el miedo ni con la impunidad. A quienes han intentado intimidar a este gobierno les decimos que no tenemos precio y no tenemos miedo“.

La alcaldesa subrayó que México vive un punto de quiebre. “Nos quisieron convencer de que los criminales eran intocables, que los gobiernos solo administran el caos, pero no somos esa nación rendida. Cuando la patria está en juego solo hay dos lados: los que la aman y los que la usan. Elige tu lado, porque el silencio también vota“, expresó.

Al presentar su primer informe al frente de la demarcación advirtió que “no podemos permitir que nos sigan rompiendo. El futuro depende de quienes resistimos con dignidad. México nos necesita”.

Sostuvo que “la inseguridad ya no es un problema de las calles, sino del poder“, y denunció que la impunidad se ha convertido en una forma de gobierno. “Cuando la autoridad pacta con el narco, deja de ser autoridad; cuando se gobierna con miedo, deja de gobernarse”, señaló ante representantes políticos, diplomáticos y ciudadanos reunidos en la explanada de la alcaldía.

Entre los asistentes estuvo Gerardo Fernández Villegas, esposo de la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, a quien Rojo de la Vega reconoció como un símbolo de resistencia frente a los regímenes autoritarios y de solidaridad con quienes defienden la libertad en América Latina.

El acto comenzó con un minuto de silencio en memoria del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, asesinado recientemente, y de todos los alcaldes, servidores públicos y periodistas que han sido víctimas de la violencia.

“Los están matando por cumplir con su deber, por no ceder, por no arrodillarse ante el poder criminal“, señaló.

Advirtió que el asesinato de periodistas, activistas y autoridades locales “ya no indigna a nadie porque el miedo se ha normalizado“, y cuestionó que “hay gobiernos que miran hacia otro lado mientras el crimen se apodera del país”.

“Nos están matando a todos: a los que hablamos, a los que denunciamos, a los que servimos. Y lo peor es que los gobiernos simulan que nada pasa mientras el país se les desangra en las manos”, dijo, en alusión al creciente número de periodistas y funcionarios locales asesinados en los últimos años.

Rojo de la Vega aseguró que México vive bajo una doble amenaza: “el crimen que mata y el poder que protege al crimen“.

Señaló, ante los alcaldes de Miguel Hidalgo, Mauricio Tabe; de Coyoacán, Giovani Gutiérrez y de Cuajimalpa, Carlos Orvañanos, que el país está lleno de territorios donde los gobiernos locales han sido rebasados o comprados por el narcotráfico.

“Eso es el narcogobierno: cuando los delincuentes dictan las reglas y la autoridad se calla. Y mientras eso ocurre, hay quienes usan el poder para encubrir, no para proteger”, afirmó.

Entre los asistentes se encontraban el presidente nacional del PAN, Jorge Romero; los senadores Enrique Vargas y Pablo Angulo, la diputada federal panista, Margarita Zavala; el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, la diputada por Movimiento Ciudadano, Laura Ballesteros; el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza; el presidente municipal de Atizapán, Pedro Rodríguez Villegas; el diputado Jorge Triana; y Jesús Zambrano, exdirigente nacional del PRD.

La alcaldesa llamó a romper el pacto de impunidad que sostiene al poder corrupto. “El crimen no se derrota con discursos, se derrota con valor, con ética y con resultados. Y sí se puede hacer desde lo local. En Cuauhtémoc demostramos que se puede gobernar sin miedo y sin pactos con el crimen“, dijo.

Como parte de su estrategia de seguridad, informó que se reconectó la totalidad de la red de videovigilancia, se instalaron más de 51 mil puntos de luz y se liberaron 30 mil metros cuadrados de vía pública. Se retiraron 86 toneladas de estructuras ilegales, se incrementó 60 por ciento el presupuesto de patrullas y se sumaron 53 unidades nuevas.

Además, se realizaron 53 mil visitas de vigilancia a comercios y tianguis, y se sostuvieron 258 reuniones de coordinación con instancias de seguridad.

Explicó que la estrategia “Cuauhtémoc Construye Paz” busca atacar la inseguridad desde las causas, con programas sociales y atención comunitaria.

En ese marco, destacó la reducción del 85 por ciento en feminicidios y del 20 por ciento en homicidios dolosos. “La paz no se decreta, se construye. Y se construye con justicia, con igualdad y con presencia del Estado”, afirmó.

En materia de género, subrayó la creación de la Dirección Ejecutiva de Equidad de Género e Igualdad Sustantiva, la instalación del primer Gabinete Violeta a nivel nacional y la red de 365 Puntos Violeta en comercios, universidades y hoteles. Informó que 120 agresores fueron judicializados, 700 mujeres acompañadas en denuncias y se inauguró un refugio para víctimas de violencia. Con la Tarjeta Violeta, informó, se otorgaron apoyos a madres cuidadoras y se rehabilitaron 18 centros de desarrollo infantil.

En el ámbito ambiental, presentó el Atlas Cuauhtémoc, plan maestro con 19 parques y jardines, la restauración del humedal del Jardín Ramón López Velarde, la reforestación de 128 árboles y 16 mil plantas, la limpieza de 137 kilómetros de drenaje y la entrega de 11 millones de litros de agua en pipas y que también se establecieron tres huertos urbanos y un jardín de polinizadores.