La imagen de Rommel Pacheco vestido con una camiseta de Popeye en lo más alto del podio mientras cantaba a capela el Himno Nacional Mexicano debido a las sanciones Federación Internacional de Natación (FINA, hoy World Aquatics), es el epítome de la lucha de poderes que ha golpeado una y otra vez a los deportistas acuáticos. Tras el nombramiento del exclavadista como nuevo titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) por la presidenta electa Claudia Sheinbaum, se espera que aquel desafortunado momento que tuvo que vivir en la Copa del Mundo de Clavados Río de Janeiro 2016, no se replique jamás.

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Pacheco Marrufo ganó el oro en la prueba de trampolín individual de 3 metros de aquella Copa, pero no pudo escuchar las notas del Himno Nacional, y en cambio, sonaron las del Himno de la FINA. Tampoco pudo portar los colores de México en su uniforme, pues la entonces Federación Mexicana de Natación (FMN) estaba sancionada por haber renunciado a organizar el Campeonato del Mundo en 2017, al argumentar que no había dinero suficiente para organizarlo.

La vida da muchas vueltas y ahora, aquel clavadista que vistió de Popeye el Marino por culpa de los errores de las autoridades del deporte mexicano, hoy tiene en sus manos la posibilidad de cambiar eso que tanto le perjudicó como atleta profesional y que aún impera en el lacerado mundo de las federaciones y su opacidad, misma que Ana Gabriela Guevara intentó frenar pero se quedó corta en su intento por hacer un cambio de raíz ante las trabas legales que se enfrentó.

Tras los problemas entre el presidente de la FMN Kiril Todorov y World Aquatics, el propio organismo en conjunto con el Comité Olímpico Mexicano (COM), crearon el Comité Estabilizador, designado como eje rector de la transición, mismo que, sin embargo, desconoció la Conade, ya que Guevara argumentó que carece de sustento legal y, por ende, el tema de los apoyos económicos hacia los deportes acuáticos sigue a la deriva. Ahora, todo este problema estará en manos de Pacheco a partir del 1 de octubre.

“Hablé con él (Rommel), lo felicité y le dije que busque la forma de que todo el deporte acuático ya vuelva a la normalidad. Está abierto a eso, me lo comentó. Él va a buscar todo lo que se pueda para que ese tema quede resuelto y viene con toda la disposición para apoyarnos”, dijo el multimedallista olímpico en París 2024, Osmar Olvera sobre el nombramiento del yucateco para el sexenio entrante.

La Conade fue creada en 1988 con el objetivo de regular los manejos del deporte nacional. De esta forma, el exclavadista de 38 años de edad será el noveno en el cargo, tan pronto tome la estafeta de manos de Ana Gabriela Guevara. El primer hombre a cargo de esta dependencia fue el exmarchista Raúl González Rodríguez. Le siguió Ivar Sisniega, quien es el actual presidente de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut).

Después estuvo al frente Nelson Vargas, luego el exfutbolista Carlos Hermosillo y posteriormente Bernardo de la Garza, un político que entonces era parte del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y era aliado estratégico del PAN. Bernardo recién fue jefe de misión para los pasados Juegos Olímpicos de 2024. El exclavadista Jesús Mena Campos fue el siguiente el mando y le siguió el más polémico de todos ellos, Alfredo Castillo. Tras la gestión de la medallista de plata en Atenas 2004, ahora es Pacheco quien dará continuidad al proyecto deportivo de la 4T con varias inquietudes de atletas sobre la mesa.

“Creo que durante la gestión (de Guevara) sí faltó más comunicación personal, era una persona ocupada. Si te acercabas tenía que ser por cita y muchas veces nosotros no podíamos ir por las competencias. Era difícil hablar con ella en persona”, analizó la medallista de bronce en tiro con arco por equipos femenil en París 2024, Ana Paula Vázquez. Y por ello, la principal petición del gremio para Rommel es mayor apertura al diálogo.

“Ojalá que (Rommel) pueda ir y convivir un poco con los deportistas, conocernos a todos personalmente y tener ese conocimiento para que México pueda seguir compitiendo”, le pidió la medallista de plata en el judo de París 2024, Prisca Awiti.

A reserva de algún cambio que disponga la presidenta electa a lo largo de su administración, Pacheco estará en el cargo hasta 2030, por lo que tendrá tiempo suficiente para hacer ese cambio sustancial que tantas veces pidió desde su trinchera como atleta. Ahora, vestido de pantalón largo, será su responsabilidad que nadie más vuelva a subir a un podio con otra indumentaria que no sea el uniforme nacional.