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Roma.- Casi 50 piezas de la extensa obra de Pieter Paul Rubens (1577-1640) se exhiben desde este lunes en el Museo de la Galería Borghese de Roma, en una exposición que narra las relaciones entre la cultura italiana y europea y muestra el estudio de lo antiguo a través de los ojos del artista de Amberes.

Comisariada por Lucia Simonato, “El toque de Pigmalion. Rubens y la escultura en Roma” reúne obras de más de una decena de grandes museos de todo el mundo, como la National Gallery de Londres, el MET de Nueva York, o el Museo del Prado de Madrid, entre otras pinacotecas importantes.

“Esperamos que la muestra sea un camino eficaz que pueda ayudar a entender la importancia de Rubens para Italia”, señaló a EFE la directora de la Galería Borguese, Francesca Cappeletti.

Esta exposición está dividida en 8 secciones situadas entre la planta baja y la primera planta de la Galería, en las que se puede apreciar desde la contribución del pintor flamenco a la nueva concepción de lo antiguo que se fraguó durante el barroco, hasta cómo el estudio de esos modelos ayudaron a crear un nuevo mundo de imágenes.

Rubens fue considerado por eruditos como Claude Fabri de Peiresc y otros literatos de la République de Lettres como uno de los más grandes conocedores de la escultura de la Roma antigua, una disciplina que estudió intensamente durante los ocho años que viajó por la península italiana y que dejó huella en su obra.

La Galería Borghese cuenta en su colección permanente con tan solo dos obras de Rubens, lo que “no testimonia la importancia que tiene para esta Galería y el coleccionismo del cardenal Scipione Borghese“, dijo a EFE Simonato respecto a uno de los principales mecenas de este museo romano.

Entre las pinturas que pueden verse en la exposición figura “La muerte de Séneca”(1612-1613), una obra que reside habitualmente en el Museo del Prado de Madrid.

“Es una obra fundamental, cuyo punto de partida es una estatua de mármol que se encuentra en el Museo del Louvre”, que actúa como ejemplo del estudio de las composiciones y la nueva concepción de lo antiguo a través de la escultura, dijo Simonato.

Las relaciones de Rubens con otros artistas como Tiziano, de quien copió bastantes obras durante una estancia en Madrid, o Caravaggio ayudan al espectador a apreciar la evolución del estudio de la escultura del artista, con piezas que se mezclan con obras cumbre de Bernini que se encuentran en la Galería Borghese como “El rapto de Proserpina” o “El David”.

Reunir todos estos cuadros, bajorrelieves y bocetos bajo un mismo techo “no ha sido fácil”, ya que son obras “muy apreciadas” y que constituyen “el centro de los museos” de donde proceden, algo que enorgullece a la directora de la Galería.

La impronta que dejó en el artista holandés su estancia en Italia es el principal aspecto que relaciona entre sí obras de tan dispares temas como la mitología, el estudio de la figura de Séneca o la religión.

La muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 18 de febrero de 2024, busca iluminar la controvertida relación entre las obras maestras berninianas y el naturalismo rubensiano.