RITA MAGAÑA

Foto: Cuartoscuro

La llegada de venezolanos a México es ya una tragedia humanitaria porque Estados Unidos ha decidido no darles asilo y los expulsa hacia suelo mexicano, lo que ha disparado hasta en más de 500 por ciento la solicitud de ayuda en albergues como Casa de Acogida y Formación para Mujeres y Familias Migrantes (Cafemin) que reporta una saturación en dos semanas por el arribo masivo de migrantes.

Samantha Hernández, vocera de Cafemin, señaló que el sobrecupo obligó a la organización a convocar, a través de redes sociales, a donar alimentos, ropa y artículos de primera necesidad, que reparten a los refugiados.

Señaló que frente a esta difícil situación, también se han hecho presentes las autoridades de la Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso) de la Ciudad de México, que los han apoyado con colchonetas y cobijas, a fin de que los migrantes venezolanos tengan donde pasar la noche y descansar.

Samantha Hernández detalló a Ovaciones que a la Central Camionera del Norte, en la alcaldía Gustavo A. Madero, que está muy cerca del Cafemin, llegan las personas migrantes que no son ajenas a este albergue y lo empiezan a recomendar, por lo que en época de emergencia el lugar se ha saturado.

Aclaró que Cafemin regularmente tiene una población de entre 50 y 60 mujeres, su capacidad máxima es para 100 personas, quienes cuentan con camas disponibles, comida y baño, “pero ahora hemos rebasado la cifra hasta en más de 500 migrantes, que vienen a pedir apoyo y se les brinda”.

“Nuestra directora Magdalena Silvia Rentería dijo que se han dado más de 500 atenciones a migrantes al mismo tiempo. Unos solo han necesitado un pantalón o comer y seguir su camino, pero, desde hace dos semanas, tenemos alojadas a más 500 personas en el albergue”, precisó.

Los migrantes venezolanos que expulsó Estados Unidos o que llegan a México para seguir su trayecto hasta la frontera norte del país vecino del norte solicitan el apoyo de Cafemin cansados y en busca de un techo, debido a las penurias que han pasado en su viaje.

Mencionó que desde el primer momento se les brinda alojamiento, atención médica y sicológica, con talleres con perspectiva de derechos humanos, así como atención sicosocial.

Precisó que en el caso específico de esta emergencia humanitaria hay necesidades que son difíciles de sostener, incluso hay deficiencias, por eso se hacen campañas en redes sociales, no sólo para Cafemin, sino para otros albergues que también están acogiendo a migrantes.

Aclaró que no son una organización de gobierno y que su labor se debe a la solidaridad de la comunidad de Gustavo A. Madero, mediante donativos de familias y de organizaciones, como la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR).

Samantha Hernández señaló que hay distintos tipos de albergues en la Ciudad de México. En el caso específico de Cafemin se acoge a familias enteras, es decir mamá, papá, hijos y hasta suegras y primos, o bien mujeres con sus hijos.

Indicó que Cafemin tiene un modelo de atención integral que busca capacitar a las familias para conseguir trabajo o fortalecer alguna dinámicas de autoempleo, también les ofrece a los migrantes atención sicológica, tomar terapia y que los niños se inserten en la escuela.

“Hay una panadería, pueden aprender un oficio, si quieren regularizar su situación migratoria tienen apoyo jurídico, este modelo de atención integral busca ofrecer alternativas para mejorar las condiciones de las familias migrantes”, dijo.

Detalló que el tiempo de estancia en el refugio se determina según las necesidades de cada familia. Mujeres embarazadas requieren una atención más prolongada, niños y adolescentes no acompañados tienen una condición jurídica diferente, pero nunca se extiende más de un año.

Destacó que su organización ha estado presente en distintos momentos y coyunturas de flujos migratorios, apoyando cuando llegaron migrantes haitianos, incluso en ese momento también tuvieron una saturación de 500 por ciento, como la que ahora enfrentan, en específico, con la recepción de venezolanos.