Se generan 14 mil toneladas de cascajo diario en la Ciudad de México

PATRICIA RAMÍREZ Foto: Cuartoscuro En la Ciudad de México diariamente se generan 14 mil toneladas de residuos de construcción y de demolición, coloquialmente conocido como cascajo, que se ha convertido en un grave problema de contaminación y salud pública. El último Inventario de Residuos Sólidos 2020 reveló que cada año se generan dos millones 155

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PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

En la Ciudad de México diariamente se generan 14 mil toneladas de residuos de construcción y de demolición, coloquialmente conocido como cascajo, que se ha convertido en un grave problema de contaminación y salud pública.

El último Inventario de Residuos Sólidos 2020 reveló que cada año se generan dos millones 155 mil metros cúbicos de residuos de la construcción y demolición, de los cuales sólo 86 mil metros cúbicos son aprovechados.

Aunado a lo anterior, se estima que el 24 por ciento de los residuos de construcción y demolición provienen de la autoconstrucción y 76 por ciento de obras públicas y privadas.

Además, en este estudio se establece que dichos residuos no reciben el trato adecuado y son depositados de manera ilegal en las vías públicas, áreas de valor ambiental, barrancas o áreas naturales protegidas.

La presidenta de la Comisión del Medio Ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica del Congreso de la Ciudad de México, Tania Larios Pérez, explicó que la generación excesiva de residuos de construcción es un serio problema.

Durante el foro Panorama de reciclaje de los residuos de construcción en la Ciudad de México, refirió que esto está generando daños irreversibles al medio ambiente y a los Ecosistemas, pese a que es posible reciclar del 60 al 70 por ciento de los residuos.

Ante este panorama, la legisladora priista presentó una iniciativa para reformar la Ley de Residuos del Distrito Federal, con la que busca establecer las bases para el desarrollo de una política pública que permita reciclar, reutilizar y valorizar los restos de la construcción.

Gerardo Gutiérrez Smith, presidente de la Asociación Mexicana de Reciclaje de Residuos de Construcción y Demolición, indicó que en la Ciudad de México se estima la generación de 14 mil toneladas diarias de cascajo, lo que lo convierte en un problema mayor al de la basura, que produce 12 mil toneladas diarias.

Neila Laura Gómez Ibarra, del Centro Avanzado Reciclaje de Residuos de Construcción, aseguró que “el tiempo para actuar se nos está agotando, y es hoy u hoy cuando se tiene que actuar”; y afirmó que el Parque Cuitláhuac es un ejemplo de que a través de la innovación y las nuevas tecnologías es posible contar con alternativas para reciclar residuos de la construcción.

Alfonso Chávez Vasavilbaso, director de SUMA Ingeniería, resaltó la importancia de la nueva Norma Ambiental para la Ciudad de México en la materia y agregó que es escalofriante el boom de la construcción, ya que recientes estimaciones establecen que, en los próximos años, cada mes, se construirán sitios similares al área edificada en la ciudad de Nueva York.

Por su parte, Constantino Gutiérrez Palacios, profesor de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, hizo hincapié en que las disposiciones inadecuadas para el manejo de residuos
de la construcción, representan un grave problema, y aseguró que los Centros Integrales de Residuos de la Construcción (CIREC) reducirán el impacto negativo ocasionado en
flora y fauna.

En tanto, Ricardo Galvis, gerente regional del grupo suizo Ammann Grup, indicó que es fundamental analizar la reutilización y reciclaje de las carpetas asfálticas, ya que, si bien se utilizan en la construcción de carreteras, se debe trabajar con menos recursos, bajo la responsabilidad de generar economía, disponibilidad y compromiso.

Sebastián Huerdo Pani, cofundador de Resitrack, consideró que si bien ya existe una norma ambiental que regula los residuos de la construcción, es urgente una buena ley para que dé mayor vinculatoriedad a las disposiciones ambientales.

Explicó que se requiere el seguimiento, monitoreo y vigilancia de los residuos de la construcción, a fin de verificar quién recicla y quién no; y si se hace en tiempo y forma; verificando así el cumplimiento de lo manifestado en el contrato de obra pública. “Si no hay trazabilidad correcta, no se puede cumplir con las normas ambientales y mucho menos se podrá cumplir con una ley como se está proponiendo en este foro” concluyó.