Con el Mundial de 2026 cada vez más cerca, la Selección Mexicana continúa afinando su preparación con una serie de compromisos amistosos que le permitirán medirse ante rivales de alto nivel.

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Bajo la dirección de Javier Aguirre, el calendario de juegos internacionales se va llenando de duelos cruciales, especialmente contra selecciones sudamericanas que exigirán al máximo al equipo tricolor.

Selección Mexicana confirma amistosos ante equipos Conmebol para octubre 2025

Uno de los partidos más esperados se jugará el 11 de octubre en Dallas, Texas, donde México enfrentará a Colombia. Este encuentro no solo significa un duelo ante la subcampeona de América, sino una oportunidad para Aguirre de probar su esquema táctico frente a un equipo en pleno ascenso.

Además, se percibe como una especie de revancha continental que pondrá a prueba la fortaleza mental y futbolística del cuadro mexicano.

Tres días después, el 14 de octubre, México volverá a jugar en casa para medirse con Ecuador. Aunque aún no se confirma la sede, se espera que sea un estadio simbólico que refuerce el vínculo entre la afición y la Selección. Este partido también servirá para observar a jóvenes promesas que buscan consolidarse y ganarse un sitio rumbo al Mundial.

Estos partidos contra selecciones sudamericanas son parte de una estrategia técnica bien definida. Después de los juegos de septiembre frente a Japón (el 6 en Oakland) y Corea del Sur (el 9 en Nashville), el objetivo ahora es que México se acostumbre al estilo físico y técnico de los equipos de Conmebol. La variedad de estilos enfrentados busca dotar al Tri de mayor versatilidad.

Javier Aguirre ha sido claro en que cada amistoso es un examen que cuenta, no solo para evaluar el rendimiento individual de los jugadores, sino para ajustar piezas clave del sistema que quiere implementar en la Copa Oro y, más adelante, en la Copa del Mundo.

Dos juegos más para México contra equipos de Conmebol

Además de los partidos ya programados para octubre, en noviembre se tiene previsto que México enfrente a dos selecciones más de Sudamérica. Aunque todavía no se han revelado ni los nombres de los rivales ni las sedes, la posibilidad de jugar en territorio sudamericano representaría una prueba exigente e ideal para que el equipo sienta el rigor de competir fuera de casa.