La Selección Mexicana ha participado en 17 Copas del Mundo, y sus porteros han sido protagonistas en momentos decisivos. Desde leyendas pioneras hasta héroes modernos, estos guardametas han defendido con orgullo el arco tricolor, dejando un legado imborrable.

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Antonio Carbajal: “El Cinco Copas”

Conocido como “El Cinco Copas”, Antonio Carbajal es una leyenda del futbol mundial. Participó en cinco Mundiales (1950, 1954, 1958, 1962, 1966), un récord histórico. Jugó 11 partidos, recibiendo 25 goles, y fue nombrado por la FIFA como mejor portero de Concacaf del siglo XX, destacando por su longevidad y consistencia.

Jorge Campos: el excéntrico del arco

Jorge Campos se destacó por su estilo excéntrico y uniformes coloridos. Fue titular en 1994 y 1998, suplente en 2002, y contribuyó al título de la Copa Confederaciones 1999. La IFFHS lo reconoce como el mejor portero mexicano de la historia, un ícono que revolucionó el puesto con su personalidad y reflejos.

Guillermo Ochoa: el guardián moderno

Guillermo Ochoa ha disputado cinco Mundiales (2006, 2010, 2014, 2018, 2022) y brilló especialmente en Brasil 2014 y Qatar 2022, donde detuvo un penal a Robert Lewandowski. Su desempeño como titular ha dejado huella en la historia del Tri, consolidándose como un héroe moderno del arco mexicano.

Pablo Larios e Ignacio Calderón: pilares del pasado

Pablo Larios, titular en México 1986, fue clave en los Cuartos de Final y enfrentó a potencias como Alemania en penales. Por su parte, Ignacio Calderón, titular en 1966 y 1970, fue un pilar del Guadalajara “Campeonísimo”, dejando un ejemplo de solidez y profesionalismo en su época.

Óscar Pérez y Oswaldo Sánchez: consistencia y liderazgo

Con 741 partidos en Liga MX, Óscar Pérez fue titular en 2002 y suplente en 1998 y 2010, destacando por su agilidad y reflejos. Oswaldo Sánchez, titular en Alemania 2006, acumuló 99 partidos con el Tri y se convirtió en un ídolo en Chivas y América, reconocido por su liderazgo y seguridad bajo los palos.

Primeros históricos: Bonfiglio, Pilar Reyes y Pedro Soto

Óscar Bonfiglio fue el primer portero mexicano en un Mundial (Uruguay 1930), deteniendo el primer penal de la historia. En Argentina 1978, Pilar Reyes y Pedro Soto compartieron el arco tras una lesión, siendo recordados por su histórica anécdota del marcador final, y dejando su huella en la memoria del futbol mexicano.