El Senado de la República aprobó con 76 votos a favor, cinco en contra y 35 abstenciones la reforma a 1,463 fracciones arancelarias de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación. El dictamen establece incrementos de entre 10 y 50 por ciento para mercancías provenientes de países sin tratado comercial vigente y forma parte del ajuste planteado por el Ejecutivo Federal para sectores industriales estratégicos.
LEE ADEMÁS: Cómo afectará a tu bolsillo el ajuste arancelario que México aplicará desde 2026
La discusión inició con señalamientos del Grupo Parlamentario de Acción Nacional. El senador Marko Cortés Mendoza indicó que el dictamen llegó el mismo día al Senado y afirmó que no existieron condiciones para su análisis. Aseguró que en la Cámara de Diputados se realizaron mesas de trabajo y reuniones con sectores productivos, mientras que en el Senado el proceso fue inmediato.
Detalló que las modificaciones abarcan autopartes, autos ligeros, plásticos, electrodomésticos, juguetes, textiles, muebles, calzado, papel, cartón, aluminio y motocicletas. Señaló que una imposición arancelaria de esta magnitud puede incrementar precios al consumidor y advirtió que el peor arancel que enfrentan los productores es la extorsión en distintas regiones del país.
En tribuna, Cortés Mendoza afirmó que el PAN votaría en abstención por falta de tiempo y por considerar que se abusó de la mayoría parlamentaria. Aseguró que algunos senadores habrían sido cooptados “con órdenes de aprehensión y con dinero” y acusó que con los nuevos gravámenes podría aumentar la corrupción en aduanas, al señalar que funcionarios permitirían la entrada de productos sin pagar la tasa completa.
También cuestionó que el dictamen no explica el destino de los recursos que se recauden. En un momento posterior, acusó a legisladores que antes pertenecían a la oposición y que se incorporaron a otra bancada, a quienes calificó de haber “chipilineado”.
El posicionamiento del PAN fue reiterado por el senador Miguel Márquez Márquez, quien señaló que no se escucharon sus propuestas en comisiones y que el análisis técnico no se realizó con la profundidad necesaria.
En respuesta, el senador Gerardo Fernández Noroña, del grupo parlamentario de Morena, impugnó la moción suspensiva presentada por Cortés Mendoza. Cuestionó a la bancada panista por exigir que el Senado repitiera el proceso que ya había realizado la Cámara de Diputados y afirmó que ambos grupos parlamentarios no se coordinan entre sí. Señaló que, en legislaturas pasadas, cuando el PAN gobernó, tampoco se replicaban los análisis en ambas cámaras. Agregó que la revisión del dictamen en Diputados debía considerarse suficiente y que el Senado podía proceder con la votación conforme al proceso legislativo.
El PRI mantuvo una postura de abstención. Su posicionamiento, expresado previamente por la senadora Cristina Ruiz Sandoval, destacó que el paquete arancelario podría tener efectos en los precios de bienes como ropa, electrodomésticos, muebles y juguetes, en un contexto económico que ya muestra señales de bajo dinamismo.
En tanto, Movimiento Ciudadano votó en contra. El senador Daniel Barreda Pavón señaló que 316 productos que hoy no pagan arancel comenzarán a hacerlo y que otros incrementarán sus tasas hasta 50 por ciento. Indicó que los sectores afectados incluyen textiles, autopartes, juguetes, electrodomésticos, calzado y papel. Agregó que los ajustes podrían impactar insumos utilizados por industrias nacionales e incluso productos de gestión menstrual.
La reforma aprobada establece aranceles diferenciados aplicables únicamente a países sin tratado comercial vigente con México. El planteamiento presentado al Senado señala que la medida busca proteger a la industria nacional, atender prácticas de competencia desleal y fortalecer cadenas productivas. El dictamen fue avalado sin reservas y turnado al Ejecutivo para los efectos constitucionales.
Aprobación para prohibir vapeadores genera tensión entre el panista Marko Cortés y Miguel Ángel Yunes
El Senado aprobó en lo general y en lo particular con 76 votos a favor, 36 en contra y una abstención la reforma en materia de prohibición de vapeadores con 76 votos a favor, 37 en contra y cero abstenciones. La discusión avanzó entre posturas contrapuestas en torno al dictamen que prohíbe la producción, importación, distribución, venta y publicidad de cigarrillos electrónicos y dispositivos análogos, además de establecer cambios en financiamiento, infraestructura, regulación sanitaria, salud digital y control de sustancias de riesgo.
La presentación del dictamen expuso que la reforma armoniza el mandato constitucional ya vigente y busca proteger a niñas, niños y adolescentes ante el incremento del consumo de vapeadores mediante una prohibición amplia en toda la cadena comercial y la creación de un tipo penal para quienes lucren con estos productos, sin sancionar a las personas usuarias.
Se explicó que el proyecto reorganiza el Fondo de Salud, fortalece a la autoridad sanitaria, establece la obligatoriedad del Plan Maestro de Infraestructura y reconoce la salud digital como materia de salubridad general.
La oposición cuestionó la prohibición absoluta al señalar que, al no establecer un modelo de regulación, el Estado traslada el mercado hacia circuitos clandestinos que continuarán operando.
Desde Acción Nacional se advirtió que esta decisión entrega el negocio de los vapeadores al crimen organizado y expone a la juventud a sustancias sin control sanitario, mientras que desde el Partido Revolucionario Institucional se señaló la falta de evidencia suficiente, la ausencia de un análisis de impacto regulatorio, inconsistencias en el tipo penal y riesgos de discrecionalidad, además de recalcar que la prohibición incentiva el mercado ilegal.
Durante la discusión se registró un intercambio entre los senadores Marko Cortés Mendoza y Miguel Ángel Yunes Márquez. Cortés Mendoza afirmó que la mayoría calificada utilizada en reformas previas no se obtuvo por la vía electoral, sino mediante presiones y ofrecimientos económicos.
Sostuvo que a ciertos legisladores “les ganaron las órdenes de aprehensión y el miedo” y que otros habrían aceptado “cantidades de dinero”, lo que, a su juicio, permitió sumar los votos necesarios para avanzar con las reformas impulsadas por Morena.
Miguel Ángel Yunes Márquez respondió en tribuna. Señaló que él y su familia aportaron millones de votos cuando formaban parte de Acción Nacional y manifestó que no estaba dispuesto a soportar más insultos. Rechazó que su actuación legislativa derivara de presiones o temores y defendió su trayectoria política frente a los señalamientos del panista. La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Laura Itzel Castillo, ordenó apagar el micrófono del ahora legislador morenista por haber “metido otro tema por la puerta de atrás”.




