Sheinbaum advierte sobre riesgos autoritarios en América Latina

La presidenta expresó la postura de México ante las denuncias de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, sobre un posible golpe de Estado, y reflexionó sobre el triunfo electoral de un mandatario de ultraderecha en Chile.



EFE

El gobierno mexicano se ha mantenido atento a las denuncias de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien alertó en redes sociales sobre la posibilidad de un golpe de Estado en su país, y señaló que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) sostiene comunicación permanente para dar seguimiento diplomático a la situación.

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La mandataria reiteró que la política exterior de México tiene como principios centrales la defensa de la democracia, el respeto a la voluntad popular y el rechazo a cualquier forma de injerencismo, al enfatizar que cada pueblo debe decidir libremente a sus gobernantes conforme a su propio régimen político.

Sheinbaum retomó la reflexión planteada tras las elecciones en Chile, donde un candidato identificado con la ultraderecha obtuvo el triunfo presidencial, un resultado que reconoció como democrático, pero que, dijo, generó preocupación por la reivindicación pública del régimen de Augusto Pinochet.

Recordó que el golpe de Estado de 1973 en Chile derrocó a un gobierno electo democráticamente, encabezado por Salvador Allende, y dio paso a una dictadura caracterizada por la represión, el exterminio de opositores y violaciones sistemáticas a los derechos humanos, hechos que quedaron documentados tras la apertura de archivos oficiales.

Sheinbaum subrayó que más allá de los modelos económicos, el elemento central fue el autoritarismo, y consideró inadmisible cualquier intento de reivindicar regímenes que llegaron al poder mediante golpes militares y gobernaron mediante la violencia institucional.

La presidenta comparó ese tipo de reivindicaciones con la exaltación de figuras golpistas en la historia mexicana, como Victoriano Huerta, y advirtió que normalizar ese pasado implica un riesgo para las nuevas generaciones, especialmente en un contexto regional marcado por discursos que apelaron a la libertad para justificar prácticas autoritarias.

Afirmó que en México existe una democracia plena, con libertades políticas, de expresión y de organización garantizadas, y rechazó las acusaciones de autoritarismo contra la Cuarta Transformación, al señalar que no existe censura ni persecución a medios o grupos opositores.

Finalmente, evocó la tradición histórica de asilo político de México, que durante las dictaduras del Cono Sur recibió a miles de exiliados chilenos, argentinos, uruguayos y brasileños, así como a los republicanos españoles, quienes contribuyeron de manera decisiva a la vida académica, científica y cultural del país.