La presidenta Claudia Sheinbaum llamó a la responsabilidad en la discusión pública tras el descarrilamiento del Tren Interoceánico en Oaxaca y subrayó que la respuesta del gobierno se concentró en la atención inmediata a las víctimas, con presencia en la zona del secretario de Marina y de las autoridades de salud para atender a familiares, heridos y personas hospitalizadas.
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Sheinbaum Pardo informó que visitará Oaxaca con el objetivo central de acompañar a las personas afectadas por el descarrilamiento y verificar de primera mano la atención médica y el respaldo institucional a las familias de las víctimas.
Dijo que siguió el desarrollo del accidente desde las primeras horas, mantuvo comunicación directa con el titular de la Secretaría de Marina y tomó decisiones inmediatas para el despliegue de funcionarios federales en la zona, con énfasis en la atención hospitalaria y el contacto directo con los deudos.
Detalló que instruyó el traslado inmediato de Arturo Medina, así como la presencia de Zoé Robledo y Alejandro Svarch, quienes se sumaron a las labores de acompañamiento, mientras que el almirante responsable de la Marina acudió también al lugar para coordinar acciones de respuesta y apoyo institucional.
Precisó que su presencia se enfocará en hospitales y en los espacios donde se atiende a las familias de las víctimas, con el compromiso de ofrecer información puntual conforme avanzaran las investigaciones y la identificación de las personas afectadas.
La mandataria evitó entrar en confrontaciones políticas o mediáticas y sostuvo que la prioridad institucional se definió por un enfoque humanista, con apoyo directo a las familias afectadas y verificación de que reciban atención adecuada, al tiempo que reiteró que este criterio ha guiado también casos como Pasta de Conchos y otras tragedias laborales.
En un segundo plano, Sheinbaum señaló que el esclarecimiento de lo ocurrido quedó a cargo de la Fiscalía General de la República y de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario, instancias responsables de practicar peritajes sobre la locomotora, las vías y la conducción del tren para determinar con precisión las causas del accidente.
La presidenta explicó que el convoy cuenta con una caja negra, ya bajo cadena de custodia de la fiscalía, en la que se almacena información clave como la velocidad, las condiciones de operación y la secuencia de lo ocurrido, elementos que permitirán reconstruir los hechos sin especulación ni juicios anticipados.
Sheinbaum sostuvo que primero debe atenderse la emergencia y después informar sobre las condiciones de la vía, tras una revisión exhaustiva de la línea Z y, de ser necesario, del resto de las líneas ferroviarias, ya que el reinicio de operaciones dependerá de una inspección técnica detallada que garantice el funcionamiento seguro de toda la infraestructura.
Ante versiones difundidas en redes sociales sobre un presunto exceso de velocidad, la presidenta evitó adelantar conclusiones y reiteró que esa y cualquier otra línea de investigación corresponde definirla exclusivamente a la fiscalía, con base en los datos técnicos y testimonios recabados durante la indagatoria.
Sheinbaum informó que el operador del tren no presentó lesiones y deberá rendir su declaración como parte del proceso ministerial, junto con otros integrantes de la tripulación y pasajeros, para integrar el expediente que permita conocer con exactitud lo ocurrido antes, durante y después del siniestro.
La presidenta añadió que aún no existe una fecha para la reanudación del servicio ferroviario y que el gobierno federal mantendrá informada a la población conforme avance la investigación, incluso con reportes diarios si así se requiere, una vez que existan elementos verificables.




