Sheinbaum-Trump: acuerdo con sabor a derrota

Sheinbaum acordó suspender aranceles con Trump y reforzar la frontera, pero Trump afirma que México aceptó desplegar tropas sin mencionar el tráfico de armas



Claudia Sheinbaum anunció la suspensión de aranceles estadounidenses por un mes tras un acuerdo con Donald Trump. En su mensaje, destacó que México reforzará la frontera con la Guardia Nacional para detener el tráfico de drogas y que, a cambio, EE.UU. se comprometió a frenar el tráfico de armas.

Pero Trump tiene otra versión. En sus redes sociales celebró que Sheinbaum también “aceptó inmediatamente” desplegar tropas para contener la migración. Incluso, en su declaración no hay una sola mención a las armas.

Además, el medio estadounidense The Washington Post reveló que el acuerdo incluye la reactivación del programa Quédate en México, el programa que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano.

Sheinbaum cedió más de lo que reconoce, y sólo pospuso el problema.

EL COSTO

Desplegar a 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera fue la moneda de cambio. Es el 7% de su fuerza operativa, lo que inevitablemente dejará zonas desprotegidas.

No es la primera vez que México cede en seguridad a cambio de estabilidad económica. En 2019, bajo la misma amenaza de aranceles, el gobierno de AMLO desplegó tropas en la frontera sur. Trump lo ha presumido con orgullo:“México nos dio 28,000 soldados gratis”.

Pero el asunto no solo es en seguridad. La economía dictó esta negociación. Desde el anuncio de los aranceles, el dólar superó los 21 pesos. Con el acuerdo, regresó a 20, pero la incertidumbre sigue ahí.

Nuestro margen de maniobra como país es mínimo. La economía apenas creció 1.4% en 2024, los fondos de ahorro contra crisis están agotados y el presupuesto de 2025 se calculó con un dólar a 18.5 pesos. Si el tipo de cambio sigue por encima de 20, las cuentas del gobierno entrarán en zona de peligro.

Y no fuimos los únicos en ceder.

Cuando el presidente Gustavo Petro se negó a recibir deportados en aviones militares, Trump amenazó con aranceles y restricciones de visas. Colombia cedió.

En Panamá, el Canal entró en la mira de Washington. Tras una visita del secretario de Estado, Marco Rubio, el gobierno panameño prometió dar prioridad a los buques de guerra estadounidenses.

El acuerdo era necesario, pero tuvo un gran costo.

LA BOMBA DE TIEMPO

Ni Trump ni Sheinbaum tocaron el tema más delicado: la acusación de que el gobierno mexicano colabora con los cárteles. Cuando le preguntaron en su conferencia matutina si el asunto salió en la conversación, su respuesta fue evasiva: “Ni modo que lleguemos a un acuerdo bajo esa circunstancia. Evidentemente le dije a Trump que no estoy de acuerdo con esa idea que ustedes tienen y mejor pongámonos a trabajar”.

Eso no es un desmentido. Es una forma de esquivar la pregunta. Y el problema es que esa acusación no desaparece. Quedó guardada para un mejor momento para Trump.

En negociaciones de alto nivel nadie gana todo ni pierde todo, pero este acuerdo es una victoria con sabor a derrota. Sin gastar un centavo, Trump logró que México le ayude a cumplir sus promesas de campaña. Sheinbaum evitó un golpe inmediato a la economía, pero a cambio cedió en seguridad en un momento de focos rojos: Guerrero, Tabasco, Sinaloa, Chiapas, entre otros.

Lo más preocupante: esta pausa dura solo 30 días. Trump ya sabe cuál es nuestro límite y lo pondrá a prueba de nuevo. Si en un mes el flujo de drogas y migrantes sigue igual, volverá a la carga. Por cierto, si en ese mismo plazo Estados Unidos no hace nada contra el tráfico de armas, ¿qué hará México? Sheinbaum tampoco habló de ese detalle.

La verdadera negociación apenas comienza.