Las cosas se deben llamar por su nombre. El gasolinazo de la 4T pasó de 18 a 25 pesos el litro de gasolina Magna en su administración, es decir, un incremento de casi el 40% en seis años, por la aplicación del IEPS, los costos regulatorios y el fin de la competencia en el mercado final con la aplicación de políticas que impiden la construcción de un mercado en la última milla.
El IEPS que se aplica a los combustibles exprime a un mercado cautivo: los automovilistas. Para tener una idea del impacto en 2019 hay que tomar en cuenta que en ese año la recaudación fue de 460 mil 495.6 millones de pesos, monto superior en 22 mil 594.7 millones respecto al programado y la voracidad es tal, que este IEPS registró un crecimiento real de 27.9% frente al 2018, el último año del neoliberalismo, según los duros de la 4T.
El año pasado, por ejemplo, sólo en un mes, en este caso agosto, se recaudaron por IEPS 37 mil millones de pesos, un 36% más que en el mismo mes de un año anterior. Una brutalidad de impuesto.
Y luego tenemos las metas que pone la SHCP de recaudación: hace dos años esperaba recuperar 330 mil millones de pesos y para este año espera hacerlo en 400 mil millones, es decir, 70 mil millones más y todo esto sin que haya mejoras en el servicio porque Pemex con el apoyo de la CRE y de la Sener borró a sus competidores y no ofrece verdaderas opciones, regresa a su posición cuasi monopólica.
El nuevo capítulo de la narrativa de decir que no es un gasolinazo es soltar a la Profeco en contra de los gasolineros y culparlos de casi todo, menos del IEPS.
Realmente hay un tache para la Profeco, básicamente por hacerle a la cosmetología callejera de la 4T, castigando a las gasolineras caras que sí cumplen con las normas y por otro lado terminar premiando a algunos que pueden estar ofreciendo producto con formulaciones fuera de la NOM 016 (básicamente mezclas repletas de etanol) y comprándolas por eso mismo a precios por debajo incluso del que tiene la gasolina en las Terminales de Almacenamiento y Distribución.
El intento de tomar el rumbo de la narrativa es para quitarse el sanbenito del gasolinazo, y, perdón, pero es imposible. Desde diciembre pasado no hay precios por debajo de los 24 pesos por litro y donde esto ocurre hay sospechas de muchas cosas como por ejemplo la presencia del mercado ilícito de combustibles, el huachicol fiscal (las diferencias entre los reportes de volúmenes exportados desde EU y los registrados en México), las tomas clandestinas y las mezclas de gasolina con etanol o algún tipo de alcohol.
La venta de combustibles robados o clonados o mezclados o no importados ilegalmente crece y ya representa cerca del 30% del consumo nacional
El gasolinazo tiene otro elemento: la ineficacia, ineficiencia e inoperancia de Pemex Logística, el único negocio de la petrolera mexicana que podría ser 100% rentable, que tiene serias fallas en su funcionamiento porque sus costos de importación son altos ante la falta de ductos y terminales es totalmente insuficiente la infraestructura existente para el transporte por ducto y entonces sube el costo de mover los combustibles por vía terrestre.
Los fletes son indispensables para el suministro de combustibles y han aumentado por arriba de la inflación, pero no es lo único que crece, factores como la inseguridad y los actos delictivos realmente ocasionan pérdidas.
Buzos 1.-Llegó el frío al norte y se esperan temperaturas extremadamente bajas en Texas y precios muy altos del gas natural necesario para que la CFE pueda generar electricidad en Nuevo León ¿Hay coberturas directora Emilia Calleja Alor?