Sin proponérselo a Josué lo escucharon en todo Cuba

Josué Gutiérrez llegó al país desde 1999, perdió su empleo con la llegada de AMLO al gobierno, pero se reinventó como comentarista de beisbol, siendo profeta en su tierra



Foto: Cortesía

Josué Gutiérrez Carrascal nació en Cuba, pero dice que es más “mexicano que el pulque”. El 24 de julio cumplió 26 años de vivir en México, más de la mitad de su vida, aunque está intacto su acento matancero.

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Desde niño tenía claro que no quería quedarse en Cuba, pero lo pudo hacer hasta sus 23 años, en 1999, gracias a una oportunidad que tuvo su padre, Agustín Francisco Gutiérrez Tornés, quien era doctor en Ciencias Computacionales y quien recibió una oferta laboral del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

“Yo cumplí mis estudios, pues venía con la carrera trunca, empezada en Cuba”, cuenta a Ovaciones. “Por circunstancias de la vida, mi papá daba clases en un Instituto Tecnológico en Zacatepec (Morelos), lugar donde yo pude concluir mis estudios. Necesitaba terminar lo antes posible para trabajar y ser independiente”. Añadió que ahí entró desde el quinto semestre y, en un par de años, se recibió como ingeniero químico.

Cuando la política lo alcanzó

En México, Josué vivió desde sus primeros días contrastes con su país de origen. “En Cuba no podías comprar un bistec. Acá, medio kilo de carne, unos cinco bisteces, me valían, no sé, en esa época, 40 pesos, el dólar estaba en 10 pesos. Eran cuatro dólares. Con cuatro dólares en Cuba yo no compro eso ni de chiste. Otra cosa es que en Cuba no puedes protestar, y aquí cualquiera le dice al policía ‘chinga tu madre’ y no pasa nada, o cualquiera en la tele, ya en esa época, hablaba mal del gobierno”, destaca.

A la par de ese contraste de vida, también creció en él el interés de otros deportes, además del beisbol, al que iba con su padre desde los cinco años en la isla.

Así, la vida siguió casi en modo piloto para él. Tenía un trabajo en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Por casi 20 años, Josué vivió tranquilo, pero en México inició un nuevo gobierno, “de izquierda”, que se convirtió en “un calvario” para cientos de familias que dependían de algún cargo público. Un decreto del expresidente Andrés Manuel López Obrador, al inicio de su sexenio, les quitó de golpe el empleo a cientos de trabajadores del Estado. “Fui destituido por un decreto presidencial, en una decisión que se tomó desde un escritorio, a la distancia. Ganaba 25 mil pesos al mes, un ingreso promedio mensual” en el país, según el propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La justificación, dijo el exmandatario, es que esos sueldos pertenecían a una “burocracia dorada”.

La voz que nació entre la tristeza

Esa necesidad le llevó a reinventarse y encontró una pequeña luz, aunque a la par tuvo que enfrentar la muerte de su padre. En abril de 2023, con 78 años, Agustín Francisco fue una de las miles de víctimas del covid-19. En pleno duelo, a los cuatro días del fallecimiento, a Josué le llegó un mensaje: “Jos, están buscando gente y dicen que pagan. No pierdes nada”. Era un maestro que tuvo durante un diplomado en cronismo deportivo que estudió en la Ciudad de México, alrededor de 2008. El canal deportivo Hi! Sports estaba haciendo casting para ser comentarista de béisbol.

“Fue el 10 de abril. Yo por ahí había hecho algunos pininos en 2010 (comentando béisbol). Tenía un audio de un minuto y medio, algo muy mal, pero bueno, se alcanzaba a oír mi voz y yo lo conservaba. Mandé ese, porque no tenía ni ánimo ni para grabarme ni hacer nada. Como a los dos días estaba haciendo los trámites en la funeraria y me llegó un correo diciendo que había sido aceptado y que me citaban para hacer un casting”, dice.

Días después, Josué Gutiérrez hizo su debut profesional como comentarista deportivo en México, a finales de abril de 2023, pero su padre ya no lo pudo presenciar.

Algunos de sus excompañeros de su juventud lograron contactarse y crearon un grupo de WhatsApp, donde, pese a haber diferencias ideológicas, han logrado encontrar más puntos en común. Muchos viven afuera, pero hay gente que sigue ahí.

Narrar desde México, ser oído en Cuba

Un día, a través de ese grupo, Josué se enteró que todo Cuba lo escuchó. “Un amigo un día tomó una foto del juego de Sultanes (de Monterrey) contra Veracruz del softbol y la sube. Decía: ‘aquí escuchando a Josué’. Me ha dado una alegría tremenda. Y agregó: ‘bueno, de hecho todo Cuba lo está escuchando’. O sea, estaba la transmisión en televisión nacional en Cuba, en el Canal 2 (Tele Rebelde), con la narración de origen. Era un juego retransmitido, porque eso había sido ya un mes, mes y medio antes”.

“Todo el que ese día en Cuba prendió el Canal 2 me escuchó, entonces probablemente sea un poquito más conocido allá, porque aquí es televisión restringida, pero al menos en Cuba sí estuve en televisión abierta, sin proponérmelo”, añade entre risas.

Gutiérrez Carrascal no cierra la puerta a volver a Cuba, pero sólo hay una vía para ello: su hija. Ahora vive la paternidad como un “padre viejo”, dice, pues está por cumplir 49 años. Su pequeña tiene siete años y sólo ella haría que Josué regresara a la Isla. “Sería muy difícil ver mis escuelas muy deterioradas, ver el mismo barrio en un estado de destrucción tremendo… sería muy difícil, pero me aguantaría”.