EFE
Foto: Reuters
Singapur.- Singapur calienta motores este viernes para la celebración durante el fin de semana del Gran Premio de Fórmula Uno, una convocatoria que desde hace años suma al evento deportivo numerosas conferencias, fiestas y conciertos para sacar el máximo partido de la cita de fama mundial.
Desde hoy y hasta el domingo la ciudad-Estado asiática se viste de gala para hospedar la decimocuarta edición de la carrera nocturna en el circuito de Marina Bay, para la que Singapur empieza a prepararse con un año de antelación y cuya mastodóntica logística es planeada al milímetro en un país popular por su eficiencia.
Más de 4.000 trabajadores, muchos de ellos inmigrantes del sur de Asia, han trabajado estos meses con el objetivo de que las instalaciones necesarias para la celebración y el disfrute de la carrera estén listas y bloqueen lo menos posible la habitual tranquila rutina de la isla, de unos 5,4 millones de habitantes.
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Este año se espera que 250.000 seguidores de la Fórmula Uno acudan al evento, según recoge la prensa local, lo que supone una caída del 17 por ciento con respecto a la asistencia récord de 2022, cuando el Gran Premio retornó tras dos años cancelado por la pandemia de covid-19.
Un descenso motivado no por falta de interés, con el aforo completo, sino de espacio, pues una grada con 27.000 asientos ha sido cerrada por remodelaciones.
CIRCUITO REDUCIDO
No se trata del único reajuste. El que ha sido uno de los circuitos físicamente más exigentes para los pilotos desde su debut en 2008 ha sido reducido este año hasta los 4.928 kilómetros, en contraste con los 5.063 del año pasado, debido a las actuales tareas de renovación en uno de los tramos, lo que alarga una de las rectas del trayecto, dando pie a nuevos picos de velocidad.
Los espectadores podrán ver de cerca las novedades de una carrera nocturna que este año apuesta por las energías limpias: será iluminada exclusivamente por un alumbrado LED, que reducirá el uso energético en al menos un 30 por ciento, mientras se han instalado cerca de 1.400 paneles solares complementarios.
Pero antes y durante la carrera también hay otras oportunidades para el ocio y los intercambios profesionales distendidos. Singapur ha organizado alrededor de una treintena de conferencias y exhibiciones que tendrán lugar en las instalaciones del circuito entre hoy y el domingo, por encima de las 25 del pasado año.
Como cada año, además, se suman al cóctel decenas de exclusivas fiestas con entradas que oscilan desde el centenar a los miles de dólares y un listado de conciertos que incluye a Robbie Williams, Kings of Leon y el rapero Post Malone, además de una plétora de disyoqueis de renombre.
“CAMEOS” DE LOS PILOTOS POR LA ISLA
Otro de los acontecimientos paralelos favoritos de los turistas estos días es la posibilidad de saludar a los pilotos, que realizan “cameos” en distintos puntos de la isla para responder preguntas de los fans y fotografiarse con ellos.
El estadounidense Logan Sargeant y el británico de origen tailandés Alex Albon fueron de los primeros en aparecer en un centro comercial de la zona financiera el miércoles al mediodía, mientras el jueves el neerlandés Max Verstappen y el mexicano Sergio Pérez -ganador del Premio de Singapur en 2022- firmaron autógrafos en el distrito comercial isleño.
El español Fernando Alonso ya se encuentra también en Singapur. pero la anécdota ha surgido de momento a raíz de una fotografía del campeón mundial Lewis Hamilton, quien posó hace días en Instagram sosteniendo una piña, el símbolo de la campaña del recién nombrado presidente de Singapur, Tharman Shanmugaratnam, despertando todo tipo de comentarios y chanzas en las redes sociales.
Una posible coincidencia o guiño celebrado en Singapur, país que impone un férreo control sobre la prensa y que ha corrido un tupido velo a un supuesto escándalo de corrupción por el que el ministro de Transporte, S. Iswaran, y el magnate Ong Ben Seng, famoso por traer el Gran Premio a la isla, fueron detenidos y después puestos en libertad bajo fianza el pasado julio.
Sin que se hayan revelado más detalles del escándalo, la isla continúa con su fuerte apuesta por una cita por la que se embolsa unos 130 millones de dólares anuales de gastos de turistas, según datos oficiales, y en 2022 extendió el contrato para hospedar la carrera los siete años siguientes.
