PATRICIA RAMÍREZ

Foto: Cuartoscuro

Diputados locales y especialistas subrayaron la urgencia de crear en la Ciudad de México un sistema con un enfoque integral de protección social que articule salud, educación, trabajo, seguridad y economía.

Y es que el mes de diciembre es la fecha límite que marca la Constitución local para contar con uno, con el fin de crear políticas públicas que generen espacios, condiciones de cuidado y posibilidades de desarrollo para las personas cuidadoras, quienes en su mayoría son mujeres, así como garantizar sus derechos y de quienes requieren este apoyo.

El diputado Royfid Torres González, de la asociación parlamentaria ciudadana afirmó que es indispensable recuperar todos los esfuerzos encaminados a implementar este tipo de sistema, “queremos encontrar una fórmula para hacer efectivo este derecho en las y los capitalinos”.

De la misma manera comentó que esta actividad debe reconocerse como un trabajo y que es una decisión que no se toma de manera individual, pues es una problemática presente en algunas familias, que genera desigualdad y falta de oportunidades para las personas que desempeñan ese papel.

En su oportunidad, Sofía Margarita Provencio O´Donoghue, presidenta del Consejo Consultivo Ciudadano, aseveró que “eso que llamamos amor, que nos brindan las y los hermanos mayores, los abuelos y las abuelas, en realidad es trabajo y trabajo no remunerado. Sin las personas cuidadoras el país no avanzaría”.

Agregó que establecer acciones en favor de las madres académicas para que puedan convivir con la crianza sin que sus proyectos se vean limitados por tiempo o por edad.

Asimismo, se propuso impulsar un salario único para las personas cuidadoras, además de proporcionarles apoyo emocional y capacitación, ya que está demostrado que están expuestas a altos niveles de estrés que no son atendidos.

La diputada federal Amalia Dolores García Medina comentó que se necesita transformar la vida cotidiana y construir un Estado de bienestar cuidador, que atienda las necesidades de las sociedades del siglo XXI, lo cual debe ser generado a través del trabajo de las instituciones, articulando educación, salud, trabajo y economía.

Indicaron que este trabajo no remunerado es considerado un cuarto pilar de protección social, que requiere de inversión en sistemas integrales de cuidado para su redistribución y reducción, lo cual generará cambios respecto a temas como las licencias de paternidad y maternidad, planeación urbana, acceso a salud y espacios laborales.