Suicidio puede prevenirse si se identifica en etapas tempranas

17, septiembre 2022

RITA MAGAÑA

Foto: Cortesía@IMSS

Para lograr apoyar de manera oportuna a las personas con riesgo y conducta suicida, es necesario identificarlas en etapas tempranas y solicitar el apoyo de un profesional de salud mental, a fin de tener un manejo oportuno en donde se establezcan las pautas para su atención adecuada.

El Hospital de Psiquiatría Morelos del Instituto Mexicano del Seguro Social durante 2022 ha atendido en materia de salud mental a 7 mil 160 pacientes en admisión continua, 2 mil 511 consultas de primera vez y 4 mil 564 consultas subsecuentes.

Uno de los pacientes que ingresó de manera voluntaria es Daniel, quien hace dos semanas planeó su suicidio, pero al hablar con un amigo recapacitó y reconoció que necesitaba ayuda de especialistas.

El joven con estudios en psicología reconoció el trato que ha recibido por parte del personal del Seguro Social, porque son profesionales que otorgan un trato digno, demuestran su preocupación por la salud, y siempre están en disposición de escuchar y ayudar a los pacientes para que mejoren.

Invitó a las personas que tienen pensamientos suicidas o han atentado contra su integridad a mantener la perspectiva, valorar la vida, reconocer que son muy afortunados en existir, sobre todo, saber que no están solos porque siempre habrá alguien que los escuche.

“Nunca se cierren y siempre busquen a alguien, aun así sea un solo amigo, y siempre acérquense con él y platíquenle todo. No están solos”, expresó.

Al respecto, la subdirectora médica del Hospital de Psiquiatría Morelos de la Representación del IMSS en la Ciudad de México Norte, Eunice Valle Arteaga, señaló que el suicidio se define como aquél acto deliberadamente realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace fatal.

Agregó que esa persona tiene la incapacidad de poder identificar otras alternativas que tiene para salir de un problema o crisis que le genera un gran sufrimiento.

Recomendó que cuando una persona sienta que es sobrepasada por conflictos de su vida, pida ayuda y evite que esa situación evolucione.

En segundo lugar, dijo, aprender de nuestro cuerpo, de nuestras emociones, de nuestras habilidades y límites; así como ser conscientes que todos en algún momento podemos necesitar ayuda.

Itzel Valle mencionó que en tercer lugar se deben conocer los factores de riesgo más importantes para el suicida, como antecedentes en la familia o propios de un intento, ideas de muerte o suicidas, factores genéticos, género, edad, estado civil y situación económica.

Precisó que las mujeres intentan más lastimarse que los hombres; sin embargo, ellos tienen una mayor incidencia de suicidios consumados, se tienen dos picos de suicidios, en los jóvenes y las personas de la tercera edad.

El estado civil, las personas solas o divorciadas tienen unos puntos adicionales en cuanto al riesgo suicida, además, una situación económica comprometida nos puede acercar a ver el suicidio como la única opción.

“También la orientación sexual alternativa, no por la misma orientación en sí, sino porque muchas veces se ven agredidos o las personas ven con prejuicios esa orientación sexual”, agregó.

Refirió que identificar las señales más frecuentes que acompañan al riesgo suicida son: cambios en los hábitos de alimentación y del sueño de una manera drástica, pérdida de interés en las actividades habituales, aislamiento social, uso de alcohol y otras drogas.

También, añadió, descuido significativo del aspecto e higiene personal, exposición a situaciones de riesgo de manera innecesaria, preocupación o interés acerca de temas para hacerse daño o lastimarse, hablar de la muerte constantemente, entre otros.

Valle Arteaga externó que los familiares o amigos pueden identificar cambios abruptos en un ser querido sobre la manera de conducirse, vestirse, comportarse, aislamiento, irritabilidad, explosividad, melancolía, inicio o incremento en el consumo de alcohol y sustancias.

Además, de la pérdida de un ser querido, un trabajo o problemas de pareja, es necesario acercarse a ellos y preguntar sobre una posible ideación suicida, abundó.

“Lo pertinente es buscar ayuda profesional, donde se justificarán e identificarán todas las necesidades de la persona y de esa manera podremos llegar al tratamiento y manejo más adecuado”, aclaró.

La subdirectora médica precisó que los criterios de referencia por riesgo suicida en los hospitales de psiquiatría del IMSS implican, en primer lugar, que el paciente se encuentre hemodinámicamente estable.

También, alguna situación que ponga en peligro la integridad física del paciente o de otras personas, como ideas persistentes e intensas de autolesionarse, suicidio o agresión terceros o donde exista imposibilidad de proporcionar  tratamiento de manera ambulatoria, dijo.