URBANO BARRERA
Foto: Cortesía El Sol de Puebla
Al menos 1.7 billones de dólares se juegan cada año en el mercado de las apuestas ilícitas deportivas en el mundo, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo al Informe Global sobre Corrupción en el Deporte, elaborado por expertos internacionales, entre ellos mexicanos, el dinero ilegal se mueve sin respeto a las fronteras y sin declarar impuestos a las naciones en donde se hacen los depósitos y retiros.
La ONU reconoce la complejidad de la corrupción y la delincuencia organizada en el deporte a nivel mundial, regional y nacional, así como la dificultad para combatir el flagelo.
Ante el problema, más de 200 expertos desarrollaron un estudio para estar en alerta a nivel de gobiernos, organizaciones deportivas, el sector privado, la academia y otras contrapartes.
El Informe se presentó originalmente ante la Conferencia de los Estados Parte de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC), que se celebró en Sharm El-Sheikh, Egipto, del 13 al 17 de diciembre de 2021, y en la que se debatió el tema de la corrupción en el deporte.
Si bien la corrupción en el deporte no es un fenómeno nuevo -se han documentado actividades fraudulentas en el manejo de instituciones y competiciones deportivas desde los antiguos Juegos Olímpicos-, en las dos últimas décadas se produjo un aumento sustancial de las actividades delictivas en este ámbito.
La globalización, la enorme circulación de dinero, el rápido crecimiento de las apuestas legales e ilegales y los avances tecnológicos que transforman la forma de practicar y consumir el deporte lo hacen cada vez más atractivo para las redes delictivas que buscan explotarlo para obtener beneficios ilícitos, sostiene el diagnóstico.
En este contexto, el Informe Global desglosa un abanico de temáticas, analizando el impacto de las apuestas ilegales, la manipulación de la competición, los abusos en el deporte, la vulnerabilidad de los grandes eventos deportivos a la corrupción y la influencia de la delincuencia organizada, entre otros.
También destaca el cambiante panorama del deporte y su relación con las prácticas corruptas, las iniciativas existentes para abordar este problema, las cuestiones relacionadas con la detección y la denuncia de las irregularidades, así como la forma en que pueden aplicarse los marcos jurídicos existentes para abordar la corrupción en este ámbito.
En el informe se plantea como reto a los gobiernos como a las organizaciones deportivas: Fortalecer los marcos legales, políticos e institucionales para prevenir y responder a las diferentes manifestaciones de la corrupción y la delincuencia en el deporte a nivel global, regional y nacional.
Además, desarrollar y aplicar políticas integrales anticorrupción en el deporte, centradas en combatir la corrupción relacionada con la organización de grandes eventos deportivos, la manipulación de competiciones, las apuestas ilegales y la participación de la delincuencia organizada en el deporte.
De igual forma, promover y aumentar la cooperación y el intercambio de información y buenas prácticas entre las organizaciones deportivas, las autoridades de prevención del delito y justicia penal, y los legisladores.
Mejorar la comprensión de las relaciones entre la corrupción y la delincuencia organizada en el deporte y desarrollar las capacidades de las entidades gubernamentales y las organizaciones deportivas para hacerles frente.




