AIDA RAMÍREZ
Foto: Cortesía CDMX
Será hasta febrero del próximo año cuando inicie las primeras pruebas operacionales de la Planta de Carbonización Hidrotermal, “una revolución tecnológica que fabrica composta”, que se ubica en Bordo Poniente, y que “no existe en ningún otro lugar del mundo”, pero que, tan solo para resolver el problema de la basura orgánica en la Ciudad de México se requieren 36 de estas plantas.
Al visitar dicha planta prácticamente al cien por ciento terminada y en inicio de su fase de prueba de equipos de manera individual y en breve de manera integral, recordó que se desarrolla de manera conjunta con la Secretaría de Energía y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la UNAM y la empresa privada G2D.
La inversión en la Fase I de la Planta de Carbonización Hidrotermal ha sido de 300 millones de pesos, la cual inició en julio de 2021 y se esperaba que iniciara operaciones en octubre de este año.
¿Convertir basura orgánica en electricidad?
En la Ciudad de México será posible Gracias a la Planta de Carbonización Hidrotermal.
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— Dra. Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) November 22, 2022
Destacó que esta planta convierte la basura orgánica, “esa que se tira en las casas, en cuadritos de carbón vegetal compactados que sirven como abono, captura de carbono o para quemarlo en plantas para producir cemento o en carboeléctricas para producir electricidad, o para producir calor en algún proceso industrial”.
Explicó que el beneficio de quemar carbón vegetal contra carbón mineral es que el primero, cuando se quema “sus emisiones de gases invernadero son prácticamente cero, porque la basura orgánica viene de plantas que cuando crecieron fue gracias al proceso de fotosíntesis que produjo oxígeno y capturó carbono que después se vuelve a emitir, y en el ciclo completo de la basura orgánica tras quemarse tiene emisiones de efecto invernadero prácticamente cero”.
Confió que, con la puesta en marcha de la planta, empresas privadas se interesen por el modelo y, que al tiempo, Banobras se interese por este proyecto a gran escala y con ello, baje su costo, aunque en estos momentos se requerirían 10 mil 800 millones de pesos para darle solución al problema que se tiene en la CDMX.
“Y al mismo tiempo capturamos carbono, y al mismo tiempo le resolvemos un problema a Comisión Federal de Electricidad o a una cementera”, destacó.
De su parte, el investigador titular del Instituto de Ingeniería de la UNAM y coordinador del proyecto de la Planta de Carbonización Hidrotermal, Luis Agustín Álvarez-Icaza Longoria, detalló que la Planta de Carbonización Hidrotermal tiene la función de aprovechar los residuos secos a través de un proceso de gasificación para generadores eléctricos, así como residuos húmedos que serán convertidos en carbón.
Señaló que por el momento la CFE no se ha comprometido a comprar el carbón vegetal que se produciría en esta planta, pero advirtió que a la empresa productiva del Estado “no le costaría más que el carbón fósil que importa de Australia o del norte del país y sería sustituto en términos de poder calorífico correctamente”.
